Irene, madre de 10 hijos: «Tenemos dos trucos con los que ahorrar para nuestras vacaciones»

La alegría de esta familia se nota en el ambiente. Toda la prole no tarda en lavarse, desayunar , vestirse... «Están muy ilusionados por ir porque ya estuvimos el año pasado y lo pasaron bomba. Si el plan fuera algo aburrido y no estuviera hoy mi marido en casa hubiera necesitado levantarles como poco con tres horas de antelación para salir por la puerta de casa».

Esta madre reconoce que cuando organizan actividades de ocio normalmente lo deciden ella y su marido, «pero cuando se trata de planes especiales solemos consultarlo con los niños porque estamos de vacaciones, que es un tiempo para disfrutar todos juntos y nos gusta saber qué opina la mayoría... Pero —confiesa entre risas— yo siempre digo que mi casa no es ninguna democracia ¡Es una tiranía total!», bromea.

Nada más entrar al parque el pequeño Israel insiste a su madre, «mamá, mamá quiero un perrito caliente con chili!». Irene le mira con cara de incrédula y le anuncia que acaban de llegar y que ya comerán más tarde. Mientras el resto de hijos se apresuran a caminar en busca de aventuras ocupándose los mayores de los pequeños, menos de Bosco, que va en un cochecito que empuja su padre. Lejos de sentir preocupación por llevar a todos por este parque, Irene se confiesa muy tranquila «porque para una familia numerosa es muy difícil encontrar un lugar donde todos se entretengan y disfruten, desde mi hija mayor de 19 año hasta Bosco con uno. Además, con toda la decoración y ambientación que hay, de aquí salen unos fotones increíbles y, encima, aprenden historia de España. Uno de mis hijos me acaba de contar que gracias a que estuvimos aquí el año pasado aprobó un examen de Historia porque se acordó de una una fecha que dijeron en un espectáculo y al recordarla la escribió en el exámen».

No obstante, para que una familia numerosa disfrute de un día de ocio en un parque temático necesitan comprar entradas, en su caso 12, lo que supone un esfuerzo económico. Ante esta tesitura Irene, lo tiene muy claro: «siempre aconsejo a los padres que se apunten a las asociaciones de familias numerosas porque la unión hace la fuerza y muchas de ellas no saben las ventajas económicas que tenemos los socios en cantidad de sitios como Puy du Fou, entre otros. No obstante, para planificar este tipo de salidas nosotros tenemos otro truco: desde el mes de octubre, cuando acabamos de terminar la vuelta al cole, vamos metiendo dinero poco a poco en una hucha muy bonita que tenemos destinada exclusivamente para planes especiales en vacaciones, y eso es intocable porque en verano todos queremos hacer planes de ocio».

Este matrimonio pasea hoy feliz con sus hijos, aunque de vez en cuando el pequeño Israel vuelve a insistir: ¡Quiero un perrito caliente con chili!». Irene sabe, además, que después de todo el día caminando y de sentir muchas emociones en los distintos espectáculos «todos mis hijos van a caer como plomo sobre la cama y lo mejor es que dormirán más y mañana me dejarán un ratito para desayunar un café tranquila. Para mí es fundamental».

Irene reconoce que ha escuchado a muchos padres decir que las vacaciones escolares son un auténtico estrés, pero ella no opina igual. «A mí no me generan más estrés porque durante el curso mis hijos tienen entradas escalonadas a los colegios y ahora disfruto mucho más tranquila con ellos en casa. Eso no quita que haya momentos de estrés, de crispación, de conflictos..., pero, por lo general, nos organizamos muy bien. Como somos tantos siempre hay entretenimiento en casa. Soy poco partidaria de los deberes en verano; leen un poco y hacen algo más adelante, antes de empezar el colegio. El mes de julio les dejo libres porque es como si en la empresa nos dan vacaciones y nos temos que llevar trabajo a la playa porque a la vuelta tenemos que entregar unos informes. No me parece. Tienen que descansar, jugar y disfrutar de ser niños».

Las pantallas también pasan a ocupar parte del ocio de sus diez hijos, aunque no hay barra libre. «Durante el curso solo pueden usarlas los fines de semana, pero en vacaciones tienen una hora al día. Una forma muy sencilla de controlarlo es con un minutero de cocina o haciendo uso de alexa para que nos avise. Así no hay peleas», matiza.

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Irene Alonso está ahora muy ilusionada por los diez días que van a ir a pasar a una casa familiar que tienen en Huelva y, después, tendrán una pequeña escapada que harán a Cantabria. «Yo ya no hago maletas. He descubierto unas bolsas de tela estupendas donde caben muchas cosas y se adaptan mucho mejor en el maletero del coche que las maletas rígidas. Mis siete hijos mayores se organizan ellos su ropa. Yo me encargo de la de los tres pequeños», asegura con una gran sonrisa.

Eduardo Galicia, vocal de la Federación Española de Familias Numerosas y presidente de la Federación regional de Familias Numerosas, explica que una de las grandes preocupaciones de las familias numerosas para disfrutar de establecimientos de ocio es la logística tanto para comer como el coste de las entradas. «Al tener muchos hijos, las entradas tienen un precio que se multiplica por cada uno de los miembros. Esta cuestión limita mucho el acceso de estas familias a los parques temáticos de toda España. Desde la Federación Española de Familias Numerosas contamos con dos proyectos para solucionar estas cuestiones: uno es el Sello de Turismo Familiar, que certifica destinos favorables para familias, incluidas las numerosas, y por otro lado, el proyecto Plan Más Familia, que consisten en que cada una de nuestras asociaciones consiga acuerdos con empresas de destinos diferentes para que el acceso sea en condiciones más favorables».

Hasta la fecha hay 200 entidades —entre alojamientos, destinos, empresas de actividades y museos— que cuentan con el Sello de Tusimo Familiar. Puy du Fou ha sido el último en incorporarse a esta lista por ser un parque amigable para las familias. El Sello de Turismo Familiar es distintivo creado en 2013 por la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) para reconocer a destinos, alojamientos y empresas de actividades turísticas enfocadas al púbico familiar, que cubren las necesidades de las familias cuando viajan y se adaptan a lo que este público necesita en cuanto a instalaciones y servicios.

Tal y como explica Eduardo Galicia, «desde la construcción de Puy du Fou, sus directivos se dieron cuenta de la importancia que tienen las familias con más hijos y por ello en este parque disponen de tarifas especiales para que las familias asociadas a las federaciones de familias numerosas tengan mejores precios. Este verano, en concreto, se pueden ahorrar hasta el 25%. Estamos trabajando ahora para que, además, puedan tener también descuentos en la comida, aunque permiten traer comida de fuera».

Otra de las quejas habituales de estas familias, tal y como señala Galicia, es que «cuando vamos a un hotel cinco personas (los padres con tres hijos) solo nos permiten estar cuatro en una misma habitación. Buscar destinos de vacaciones para dormir sin que se dispare el coste es una de las demandas más importantes de todas las familias numerosas. Nosotros cremos que se podría modificar perfectamente la normativa para que las familias con más hijos pudieran acceder a una habitación sin tener que pagar dos en el caso de ser cinco por tener tres hijos porque, en general suelen ser niños pequeños. Estamos hablando con los hoteles porque los apartahoteles sí nos dan una solución, pero como no hay muchos ese es el problema. Parece ser que viene de una normativa europea de seguros. Intentamos que las aseguradoras y la normativa sean más amigables con las familias con más hijos ya que aportamos casi el 25% de los niños de España».