«No hay accesibilidad para ir con carrito, no hay trona, no hay cambiador... Nos sentimos porque hemos decidido tener hijos»

¿Qué es POiN y quién está detrás de este proyecto?

POiN es una plataforma que mapea toda la ciudad según la edad de los niños y ofrece planes y servicios a las familias de manera personalizada usando inteligencia artificial y 'small data'. Tenemos más de 5 mil lugares y actividades mapeados en 3 países, y creciendo. Detrás del proyecto estoy yo, que además de ser la fundadora soy también madre. Trabajo junto a un equipo casi en su totalidad compuesto de mujeres, una red de inversores e inversoras de los que no puedo estar más agradecida.

¿Cómo funciona?

Pues imagínate una plataforma de ocio y cultura que tiene un botón que dice «soy madre». Y cuando pinchas te sale todo lo que necesitas saber según la edad de tus hijos. Esto es POiN. Funcionamos como un filtro especializado para buscar planes, parques, hoteles, restaurantes, servicios de campamentos, de cumpleaños, cursos, todo. Damos a las familias la información que de verdad necesitan: si hay accesibilidad, si hay cambiador, si hay trona, qué dicen otras familias. Todo eso ha sido posible gracias a ellos mismos. Hemos creado un algoritmo que se alimenta de la participación de las madres y padres. Ellos son los que indican sus necesidades y los criterios para su bienestar adónde vayan.

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¿Cómo y por qué surgió? La maternidad, si no me equivoco, tuvo mucho que ver ¿no?

Tuvo todo que ver. Te dicen que tener hijos te cambia la vida, pero nadie dice que te cambia la ciudad. Durante la primera infancia, que es cuando más necesitas normalizar tu rutina y aportar tranquilidad a la crianza de tus hijos, parece que toda la ciudad te cierra las puertas: no hay accesibilidad para ir con carrito, no hay trona, no hay cambiador (o cuando solo hay en los aseos femeninos), las alturas de atracciones o servicios no atienden a gente con menos de 100 cm. De repente, nos sentimos excluidos de los espacios y de la vida urbana porque hemos decidido tener hijos. Eché en falta información práctica sobre esta «nueva ciudad»: entonces ¿a dónde podemos ir? Quise ofrecer una solución tecnológica, más que de contenido. Pensé que si hacemos un «Google para padres», con filtros inteligentes pensado por y para las familias, pensando en cada edad y cada fase de desarrollo infantil, podría marcar la diferencia. Entonces empezamos a mapear de todo, según criterios relevantes para las familias. Y al final lo que hemos «destapado» fue un síntoma de un problema bastante grave, de una mentalidad social y estructura urbana poco inclusiva, de cómo estamos descuidando los derechos de la infancia y de otros colectivos al final. Entendimos cuánto la crianza de un niño puede ayudar a detectar mejoras urbanísticas que sirvan para toda la población.

¿Cómo es la comunidad que habéis creado? Supongo que las familias son pieza clave, ¿no?

Cuando pensé en POiN, para mi era imperativo que no fuera una plataforma unilateral. Es decir, mejor que la recomendación de una madre diciendo dónde ir con niños, es la recomendación de todas. Cuando empezamos a investigar el mercado vimos que un 62% de las familias, a la hora de buscar recomendaciones de planes, acudían primero a otras familias. Buscadores y redes sociales quedan en un tercer plano. Ahí está la diferencia entre ofrecer tecnología y ofrecer contenido. La tecnología nos permite organizar toda la información que nos da diversas familias en un algoritmo que personaliza el contenido para cada familia. Y cuanto más participan, mejor podremos ayudarlas a moverse por la ciudad. El gran beneficiado aquí al final es la infancia. Creo que cuanto más ciudad, menos pantalla. Es muy importante la participación de las familias para que entiendan el poder que tienen para cambiar las ciudades. Queremos que POiN sea un vehículo de inteligencia circular, que lleva información de consumo y movilidad urbana a las instituciones, para que éstas puedan entender los puntos de mejora y actuar sobre ellos.

Ahora en verano, hay quienes buscan destinos vacacionales «only adults». Vosotros ofrecéis todo lo contrario. ¿Qué os parecen este tipo de opciones?

Me parece peligroso. No deja de ser un tipo de discriminación social. Es cierto que, por tipo de espacio, estructura y propuesta, puede ser que un establecimiento o destino sea incapaz de atender bien a todos los colectivos. Pero de ahí a venderlo como ventaja anti-niños es otra cosa. Me pregunto si estos destinos también prohíben a los mayores de 70 o personas con necesidades especiales y, si lo dijeran abiertamente, qué opinaría la gente. Lo que hace es reforzar el estigma de que los niños molestan y que no saben «portarse bien». Es interesante ver el comportamiento de los niños en ciudades que están adaptadas a ellos y en las que no. En España hay ejemplos de ambos lados. En las ciudades más adaptadas, los niños (y sus padres) están tranquilos, conviven, son ciudadanos porque se les ha permitido serlo. Cuando digo adaptadas hablo simplemente de una accesibilidad completa, movilidad sostenible, cambiadores, tronas, personal formado para ello. ¿Un excelente ejemplo? La mayoría de los estrellas Michelin. Hay aquellos casos en los que está prohibido ir con menores de 12 años, pero prueba ir con un bebé a otro que no. O con un peque de 3, 4 años. No hay nadie correteando entre las mesas y no hay llantos. Ya he visto servicios completos de mesas con niños y cero «incidencias». Los padres no estamos pidiendo que todo tenga globos y colorines. Estamos pidiendo accesibilidad y comodidad, pero ante todo, respeto hacia los niños.

A lo largo del año, ¿cuándo buscan las familias más planes?

Más que cuándo es dónde. Es muy interesante ver cómo a lo largo del año las búsquedas de planes cambian según la distancia desde casa. Es decir, las familias siempre buscan planes, todo el año, pero el tipo de plan dependerá si están de vacaciones, de puente o en casa. Por ejemplo, de diciembre a marzo las familias buscan más planes en su propia ciudad, planes para días de lluvia son lo más buscados en esta época. Luego a medida que avanza la primavera y llega el buen tiempo, ya buscan planes al aire libre; casi llegando a fin de curso buscan planes ideales para escapadas. En el verano, quieren ideas de viajes más largos y planes dónde veranean.

¿Cuáles son los planes que más triunfan?

Planes culturales, sin duda. Museos, exposiciones, talleres culturales para hacer juntos. Actividades inclusivas, que no aíslan ni a los padres ni a los peques. Sin embargo en España, casi un 80% de los planes culturales no están adaptados a niños con menos de 4 años. Lo que mucho se ve de «para toda la familia» no es verdad. Así que en realidad, lo que triunfa en 100% de los casos es la inclusión, o lo que llamamos de accesibilidad infantil. Cuando pueden pasarlo bien todos y juntos, no solo volverán como lo van a recomendar a todo el mundo.

¿Y cuáles son los servicios más valorados?

Depende mucho de la época del año. Campamentos y extraescolares tienen picos bastante puntuales, y normalmente los que tienen más demanda son aquellos que las familias ya conocen, que ya tienen cierto reconocimiento. Tengo un compromiso personal hacia los servicios orientados a familias, incluido el sector del ocio infantil porque sufrí con ellos los efectos de la pandemia. Los hemos ayudado en todo lo que teníamos a nuestro alcance. Ahora, es el momento de unir fuerzas. Servicio y tecnología tenemos que aportar valor a las familias en lo que sabemos hacer mejor: nosotros, digitalizando las reservas de sus servicios. Ellos, asegurándose de seguir haciendo lo que saben hacer mejor: atender a los padres y cuidar de nuestros hijos con todo el cariño del mundo.

En cualquiera de los casos, nuestra asistente personal ANNA, un servicio gratuito que tenemos por WhatsApp, es a lo que los padres más recurren a la hora de buscar planes y servicios. Somos capaces de responder a cada petición de manera personalizada y más práctica para ellos. Los padres nos lo agradecen mucho. Saber que los hemos ayudado a pasar menos tiempo buscando en internet para pasar más tiempo disfrutando de sus peques es lo que da sentido a lo que hacemos.