El «Queen Mary II», el mayor buque de pasajeros jamás construido, llega hoy a Vigo

Un lujoso hotel flotante

Valorado en casi 840 millones de dólares, el barco tiene 345 metros de largo, 41 de ancho y 74 de alto, de los cuales 62 están emergidos, lo que equivale a un edificio de 23 pisos. Pesa 150.000 toneladas, es decir, el doble del «Norway», al que ha destronado en el título de barco de pasajeros más grande del mundo, y podrá albergar a 2.650 pasajeros, además de los 1.250 miembros de la tripulación. Sus motores tienen una potencia de 154.000 caballos y la energía producida a bordo sería suficiente para iluminar una ciudad de 300.000 habitantes. Con 14 cubiertas de pasajeros, el «QM2» dispone, entre otras cosas, de un teatro con capacidad para mil plazas, de varios restaurantes, de una sala de talasoterapia, de un planetario, cinco piscinas y una inmensa sala de baile. En su dotación se incluye una valiosa colección de arte valorada en cinco millones de dólares, un museo sobre la historia marítima, servicio personal de mayordomo o servicio de niñeras. Para el crucero inaugural de 14 días de duración -que tendrá lugar el próximo 12 de enero entre Southampton y Fort Lauderdale (Florida)- los precios de las plazas oscilan entre los 3.100 euros por un camarote sin vistas hasta los 41.200 euros por la suite más grande, desde la cual se podrá disfrutar de la misma panorámica que el comandante. Sus camarotes van desde los 18 metros cuadrados hasta los dúplex, con 209 metros cuadrados en dos alturas.

Isabel II bautizará la nave

El barco es ya legendario también por su enorme vestíbulo de 15 metros de altura, el fastuoso casino o el restaurante Britannia con capacidad para 1.300 comensales. Entre otras curiosidades se pueden enumerar sus dos mil cuartos de baño, sus 80.000 puntos luminosos, sus 3.000 teléfonos o sus 25.000 metros cuadrados de moquetas. La Reina Isabel II bautizará la nave el próximo 8 de enero. El orgullo del trabajo bien hecho y la curiosidad llevó a decenas de miles de visitantes a los astilleros de Saint Nazaire (oeste de Francia) para visitar el enorme y lujoso transatlántico, antes de su entrega al armador Cunard. El buque hará unas veinte travesías anuales entre Southampton y Nueva York. ABC