María José Campanario: «Nos han puesto mucho a prueba»
Jesulín de Ubrique y María José Campanario cumplen diez años de casados. A pesar de los rumores, la pareja está feliz
Se cumplen diez años de la boda de Jesulín de Ubrique y María José Campanario y el balance no puede ser más positivo, según confiesa el matrimonio en una entrevista exclusiva con ABC. «Fue un día muy importante. Cumplí mi sueño de casarme ... con la mujer que quiero. Sólo me quedan recuerdos muy bonitos y emotivos de nuestra boda», recuerda el torero. «Llegados a este momento, te puedo decir que estoy tranquila, que no es poco», confiesa María José. «Tengo que dar gracias por la familia que tengo. Soy muy feliz y creo que se me nota . Además, no soy mujer de aguantar situaciones que van contra mi manera de sentir. Si no estuviera bien con Jesús, me habría separado. Pero no es mi caso», añade.
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«Llevamos diez años juntos y te puedo asegurar que somos felices. Tenemos dos hijos maravillosos con los que estamos muy contentos», dice Jesulín. «En estos años nos han puesto a prueba muchas veces pero lo que más ha florecido ha sido la seguridad , la confianza y la buena armonía que tenemos entre los dos, tanto en los momentos buenos como en los malos. Para serte sincero casi todo ha sido bueno salvo dos o tres cosas malillas», añade el diestro.
Momentos difíciles
Justamente tranquilidad es lo que no han tenido en todo este tiempo. Desde el primer momento, todo han sido rumores sobre supuestas crisis y anunciadísimas separaciones que luego nunca se cumplían. El matrimonio ha tenido siempre en frente a la ex del torero, Belén Esteban , madre de su hija Andrea. Convertida en todo un fenómeno televisivo, sus apariciones dejaban en difícil lugar a los Janeiro y en ese lote quien se llevó la peor parte fue, casi siempre, Campanario.
De carácter fuerte, María José ha sufrido al verse como la «mala» de la historia y por eso varias veces ha saltado a los programas de televisión para responder. El peor momento llegó con su detención y posterior juicio por la Operación «Karlos» al estar entre los imputados por ese caso de estafa a la Seguridad Social. Durante todos estos años ha proclamado su inocencia y ha expresado su tristeza al verse juzgada por la prensa y el público antes que por los Magistrados. Pero ni ella ni su abogado convencieron al Tribunal y de ahí que esté sentenciada como culpable , fallo que acaba de ratificar el Tribunal Supremo.
«Jesús y yo discutimos a diario porque somos de carácter pero en estos diez años te puedo asegurar que no hemos tenido ni una sola crisis seria», reconoce. María José sólo quiere paz y de ahí que este verano no acuda a Castellón con sus padres. «No lo paso bien ni yo ni mi gente. Se organiza mucho revuelo y se molesta a todo el vecindario». Por eso estos meses ella se quedará en su casa mientras Jesús torea. «Esperaremos hasta el final de la temporada y luego ya veremos si vamos a alguna parte», dice.
Recuerdos de boda
Padres de dos niños, el torero tiene también a su hija Andrea . «De momento no queremos más niños . Dentro de unos años no sé si me entrarán ganas pero piensa que tengo 34 años ahora y puedo esperar», anuncia. «Si es por Jesús tendríamos un equipo entero», comenta ella. De su boda hoy le quedan divertidos recuerdos. «Ese día en Sanlúcar había más de 40 grados. No sabes cómo estábamos en esas carpas», dice. « Lo pasamos bomba . Ver a Jesús bailar siempre es un espectáculo. Además estaban todos mis seres queridos, todavía tenía a mis abuelos…», reconoce. Hoy su vestido de novia, la mantilla y agujas que lució los guarda en su casa. «Me gustaría que mi hija los luciera cuando llegue el momento», cuenta. « Los que han hablado de crisis en nuestro matrimonio casi siempre eran personas interesadas en hacer correr esas mentiras », insiste.
Lo cierto es que desde hace un tiempo la tensión que vivían con Belén Esteban se ha suavizado. Andrea Janeiro ya es una niña que entiende y opina y por su bien sus padres prefieren tener las cosas en calma. Para esa serenidad Campanario también necesitó volver a estudiar. « No descarto acabar Odontología o, si no puede ser, Enfermería o Biología. Necesito estudiar, me da mucha paz. El año que pasé en la universidad en Madrid fue el que me encontré mejor anímica y psicológicamente. Me encanta aprender, entiendo que la vida es menos monótona», añade.
A Jesulín siempre se le ha visto más ausente de las críticas, como si no fueran con él. Muchas de las permanentes crisis que achacan al matrimonio parten del argumento de que María José no se sentiría apoyada por su marido, el no está de acuerdo. «Eso es algo que aprendí en mis principios como torero. Recuerdo que cuando empezaba solía leer y ver todo lo que decían de mí hasta el día que después de torear en Sevilla leí las críticas de tres diarios y cada uno contaba una historia diferente. Fue cuando decidí que no iba a leer nada más. Yo sé mejor que nadie cómo he estado en la plaza. Desde entonces corro un velo sobre lo que cuentan de mí y esa actitud es la que he adoptado en los asuntos personales. Procuro dar pocos escándalos y guardar la privacidad que me permite el hecho de ser un personaje público. Es muy importante saber echarte las cosas a los lomos. Imagínate todo esto a la hora de compartir tu vida con una mujer. Llegar a casa y ver todas esas historias. Afortunadamente mi esposa ha copiado mi manera de llevar todo esto y así estamos desde hace diez años, felices y ojalá sea para toda la vida», comenta Jesulín, quien siempre permanece junto a María José.
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