Pippa Middleton se arriesga a un arresto en Francia

La broma le puede costar cara a Pippa Middleton , hermana de la Duquesa de Cambridge y cuñada del segundo en la sucesión del trono británico, el Príncipe Guillermo. En un país, Francia, hipersensibilizado con las armas después de que un terrorista musulmán asesinara a siete personas el mes pasado, y con una férrea seguridad en la última semana de campaña presidencial, no era momento de andar jugando con armas de fuego en pleno París.

Pippa Middleton se encontraba con tres amigos en un Audi descapotable cuando el conductor sacó a relucir un arma en pleno día , la hizo girar en el aire y apuntó a un fotógrafo que, a pesar de la amenaza, capturó el momento en una imagen que forma parte de la investigación policial. En la foto se ve claramente a Pippa en el asiento delantero, al lado de un hombre de camisa azul y barba rala. Según una fuente policial, el arma no era una réplica: era de verdad. «Si se prueba su participación en los hechos, será juzgada. Cualquier persona que tiene un arma ilegal es susceptible de arresto e interrogatorio», señaló la fuente a la prensa británica.

Pippa Middleton se encontraba en la capital francesa para celebrar el cumpleaños del empresario del sector del lujo Arthur de Soultrait . La fiesta —de disfraces— terminó a las seis de la mañana y continuó con algunos selectos participantes en el exclusivo restaurante Chez Raspoutine, en el centro de la ciudad. El incidente con la pistola ocurrió poco después, cuando llevaban a Pippa Middleton en el coche a la estación de Gare du Nord para tomar el Eurostar en dirección a Londres. Arthur de Soultrait viajaba en el asiento trasero con una vulgar elegante gorra de béisbol.

La boda de su hermana Catalina lanzó a Pippa Middleton al estrellato de las celebridades, sobre todo después de que atrajera las miradas de medio mundo con su estilizadísimo vestido (obra de Sarah Burton), fotografiado desde todos los ángulos posibles. Pero si en ese momento representaba con su hermana el lado más popular de la monarquía, con un incidente de esta naturaleza corre el riesgo de convertirse en la vanguardia de una nueva camada de escándalos reales. Si se prueba que se trataba de un arma de fuego, Pippa y sus tres acompañantes podrían ser sentenciados a siete años de prisión ; y si se trata de una réplica, podría ser condenada a dos años.