Suscribete a
ABC Premium

Las noches ocultas de Camilo Sesto

Al cantante le enhebran como amores a Lucía Bosé, Marcia Bell, o Andrea Bronston, pero lo que hubo en Camilo fue, mayormente, un corazón de solitario, una existencia que, en los últimos años, sólo se enamoró de la soledad, y quizá ni eso

Camilo y la actriz Andrea Bronston, con quien tuvo «una relación especial», en la gala de los Goya de 2002 Ernesto Agudo / Vídeo: El último adiós a Camilo Sesto en Madrid
Ángel Antonio Herrera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay un Camilo último, o penúltimo, que eligió la vida de ermitaño. Un ermitaño de chalet en Torrelodones, donde se había apañado una torre de tres pisos, con piscina, que tenía amueblada con artesanías y mobiliarios de los años 80, un poco o ... un mucho como él mismo, que ejercía un vestuario muy fastuoso de hombreras, barroco de corbatitas o pajaritas, según. Ahora va cundiendo el previsible apunte biográfico de Camilo, tal y como nos temíamos, un apunte de variado y alegre detalle televisivo que busca novias donde no las hubo, y jaleos de herencia donde tampoco hubo nunca jaleos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia