Muere Beatrice von Hardenberg un mes después del fallecimiento de su hija Cristina de Borbón

La exmujer de Francisco de Paula de Borbón y Escasany , duque de Sevilla y primo del Rey Don Juan Carlos , con quien estuvo casada hasta su separación en 1989, expiró en Marbella, tal y como su hija Olivia comunicó de manera oficial: «Con inmensa pena os comunico que esta mañana ha fallecido en el Hospital Quirón de Marbella mi madre, Beatrice von Hardenberg zu Fürstemberg, a causa de un paro cardiaco producido como consecuencia de la enfermedad EPOC que padecía desde hace años. Dadas las circunstancias sanitarias en toda la nación, el velatorio se efectuará en la más estricta intimidad. En estos momentos tan tristes para nuestra familia, queremos agradecer el trato recibido en todo momento por el personal del hospital así como por el afecto y dedicación de todos cuantos se han ocupado del cuidado de mi madre en estos último tiempos y os pedimos una oración por su alma».

La condesa Von Hardenberg y princesa Zu Fürstenberg era una de las personas más queridas de la nobleza en nuestro país. Su carácter singular, arrollador, su eterna sonrisa y paz interior -como recuerdan quienes la conocieron de cerca- fueron la mayor seña de identidad de esta musa de la alta sociedad marbellí, conocida cariñosamente como la «princesa hippy» y que durante los años 70 y 80 acaparó portadas en «¡Hola!», «Point de Vue» o «Paris Match».

Nacida en junio de 1947, se crió junto a sus padres, el conde Günther Eberhard Kurt Wilhelm von Hardenberg y la princesa Maria Josepha Egona Sofia Wilhelmine Joachima Maximiliane Friederike zu Fürstenberg , y sus dos hermanos en el Castillo de Donaueschingen, en Alemania. Pero sus veranos en Marbella le llevaron a contraer matrimonio a los 26 años con el duque de Sevilla, que se convertiría en el padre de sus tres hijos, Olivia , Cristina y Francisco .

No será recordada solamente por su don de gentes y su energía arrolladora. Beatrice, además, fue pionera en la fundación y dirección de la versión española de la revista «Vogue» en la década de 1980 bajo el amparo del editor francés Robert Caille .

Retirada desde hacía 15 años de la vida pública en un chalet a las afueras de Madrid, disfrutó hasta sus últimos días de sus animales, por los que siempre ha sentido gran devoción. Es de sobra conocida su pasión por las ranas, cuya debilidad se remontaba a su época en París, donde estos pequeños animales se colaban en su salón. Así, sus últimos años de vida los ha disfrutado desde una ansiada paz y tranquilidad y rodeada de naturaleza.