Josie: «Mis amigas del barrio de Salamanca quieren este vestido»

Fernández-Pacheco trabaja desde hace ocho años en televisión, pero reconoce que la repercusión de este proyecto le superó. «En Twitter me llamaron guarro e inmoral. Tuve que bloquear a trolls dignos de ingresar en la López Ibor vía helipuerto» , dice entre risas. «Yo no quise faltarle el respeto a nadie, sino rendirle homenaje a Mae West, a Joséphine Baker, a Norman Hartnell y a tantos otros… Este vestido no es nuevo», añade el director del Master de Estilismo del Istituto Europeo di Design, colaborador de revistas como «Harper’s Bazaar» y de programas como «Zapeando».

La controversia podría reducirse a que Pedroche no es una supermodelo. «Beyoncé lució un look similar y nadie la criticó. La gente no perdona que lo haya llevado una celebrity tan cercana como es esta chica de Vallecas. Los que dicen que es una choni no la conocen, ni a ella ni a Isadora Duncan. Mariano Fortuny jamás le preguntó a Duncan por sus orígenes humildes, simplemente le puso el vestido «Delphos» y la convirtió en un mito. Además, Vallecas está a diez minutos en taxi del barrio de Salamanca. Por cierto, mis amigas de Salamanca se quieren poner el vestido de Pedroche. Todas quieren ser ella».

El traje de la discordia comenzó a gestarse en noviembre, poco después de la boda de la presentadora con el cocinero David Muñoz. «Me enfadé con ella porque se casó en vaqueros. Entonces me dijo: “Vas a elegir mi vestido de Nochevieja, será mi regalo de boda”» , recuerda Josie. Así es como se convirtió en autor del estilismo integral de las campanadas. «Pero no soy su estilista personal», aclara. «Fue un trabajo puntual. Yo me dedico a editoriales y casi siempre hago moda masculina. Trabajo con pocas mujeres y las elijo yo».

Pedroche quería transparencias y acristalar su cuerpo. Josie sabía que solo Pronovias podía hacerlo. «Son la primera potencia mundial del mundo novias. Así que con ellos comenzamos a armar la cadena de montaje que lo hizo posible: más de treinta personas cosiendo 20.300 cristales en un mes y medio. Solo se hicieron cinco pruebas… es un ejemplo del poderío de la industria nacional nupcial y del made in Spain».

En los últimos días se han oído acusaciones de plagio, como si el naked dress no se llevara haciendo desde hace décadas. «Es un rebujito de Benidorm Palace y del teatro chino de Manolita Chen… un homenaje al teatro de revista, cultura visual española cien por cien, pero también al ajuar de la coronación de Isabel II de Inglaterra que hizo Norman Hartnell», explica el gurú de la moda. «Esto fue una performance compuesta de capa y vestido. Y algunos no la entendieron. Se quedaron con las transparencias, que no revelaban nada».

Se suponía que el naked dress de Pedroche iba a ser el epilogo de un año en el que las transparencias reinaron sobre la piel de Jennifer Lopez, Irina Shayk, Rihanna y otras celebridades. «Pero mientras un vestido como este siga levantando ampollas no podremos cerrar la “era de la piel” y pasar a otra cosa», se lamenta Josie. Palabra de gurú.