Grande-Marlaska, maestro de ceremonias de la boda de Joaquín Sabina
El ministro del Interior ofició el enlace del cantante y la fotógrafa Jimena Coronado, ayer en Madrid
«Yo tengo 70 años y el día que la Jime cumplió 50, doblé la cerviz y en verso». Cuando el 1 de noviembre Joaquín Sabina habló abiertamente en un programa de la televisión argentina de cómo se había comprometido con la fotógrafa peruana Jimena Coronado , su pareja desde hace más de veinte años, nadie daba crédito. El de Úbeda había sentado por fin la cabeza.
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El pasado verano, el cantante aprovechó la fiesta de cumpleaños de Jimena para hincar rodilla y proponerle matrimonio a la mujer con la que comparte su vida con un bonito solitario. Incluso Joan Manuel Serrat admitió que se sorprendió al verle teniendo un gesto tan romántico delante de un numeroso grupo de familiares y amigos. La boda y celebrar su amor fue el regalo de Sabina a Jimena por su 50 cumpleaños.
Registro de Pradillo
Según ha podido saber ABC, la idea inicial del recién estrenado matrimonio era casarse por lo civil antes de verano y después celebrar una fiesta -probablemente en su casa de Rota (Cádiz)- para treinta personas como máximo, una lista que solo incluiría a sus amigos más íntimos. Pero el accidente que su frió el cantante el pasado 12 de febrero durante un concierto y, sobre todo, el posterior confinamiento a causa del coronavirus ha modificado los planes, pero no sus ganas de casarse. Lo hicieron ayer en el registro civil de la calle Pradillo de Madrid, según informó «El País». Ofició la ceremonia el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska , al que les une una gran amistad. En la sala del juzgado también estaban presentes sus hijas Carmela y Rocío Martínez Oliart , que ejercieron de testigos, y Serrat y su esposa Candela, que fueron los padrinos.
Treinta invitados
Cogidos de la mano y con mascarillas, tras contraer matrimonio la pareja salió por la puerta de bodas del registro. Juntos se subieron a un coche que les esperaba en la puerta. Acto seguido, se dirigieron con unos 30 invitados a almorzar a un restaurante. Entre ellos, figuraban los escritores Luis García Montero y Almudena Grandes o el cineasta Fernando León de Aranoa.
Este es el segundo matrimonio del músico, que en 1977 se casó con Lucía Inés Correa , de la que se divorció en 1985. Seguidamente, mantuvo una larga relación con Isabel Oliart que se extendió hasta 1998, fruto de la cual nacieron sus dos hijas, Carmela y Rocío. A Jimena la conoció en 1999 en una suite del hotel Sheraton de Lima, cuando ella acudió para hacerle unas fotos para el periódico donde trabajaba. Desde entonces no se han separado.
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