Íker Casillas y Sara Carbonero, diez años del beso que «conquistó» a los españoles

La pareja no vivió un Mundial fácil . Muchos medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, acusaron a Carbonero de ser una distracción para el guardameta que, apuntaban, no estaba en su mejor momento. Pero Casillas puso fin a toda la tensión en la rueda de prensa celebrada tras la victoria contra Holanda, cuando, dejándose llevar por la emoción, y mientras respondía a las preguntas de la por entonces reportera de Telecinco, no pudo evitar lanzarse a sus brazos, entre lágrimas, para darle un beso que consiguió traspasar las pantallas de los españoles, y que confirmó, de forma categórica, que su relación iba en serio. Una imagen que quedó grabada en la retina de la audiencia y que sigue dando de qué hablar aún a día de hoy.

Iker Casillas había roto meses antes con la modelo y presentadora Eva González . Fue entonces cuando comenzaron a sonar los rumores de una posible relación entre Íker y Sara, que se confirmó cuando ella fue cazada saliendo de la casa del portero. Ambos se convirtieron en la pareja del momento y en un objetivo claro para las cámaras. Una situación mediática bastante estresante teniendo en cuenta las mencionadas acusaciones que recibieron en relación al rendimiento del deportista.

No obstante, desde entonces, su relación no ha hecho sino consolidarse, pese a que cada palabra de Sara Carbonero sobre el Real Madrid era en su momento escrutada con lupa. Fue entonces cuando la presentadora dio alguna pista en una intervención en una televisión mexicana. «El clima en el Madrid no es bueno», declaró. Se desataron todos los infiernos . Habían quien decía que la periodista debía dejar su trabajo, quien la acusaba de colocar a su novio en una situación aún más delicada y de ser el ariete utilizado por el portero para dinamitar el vestuario. Pero, una vez más, su amor resistió «contra viento y marea».

Una boda secreta, dos hijos ( Lucas y Martín ), y un traslado de país han marcado la trayectoria de esta pareja, que ahora se consolida como una de las más estables de España. Hace cinco años, Íker se mudó a Oporto para jugar en el Porto y Sara pidió una excedencia en Mediaset para poder ir con él. Ahora, quizá estén viviendo sus últimos días en el país vecino -por la llegada del fin del contrato del guardameta en el equipo portugués-, pero la pareja no le teme a nada. Recientemente dijeron adiós a un 2019 cargado de malas experiencias ; primero, por el infarto de miocardio que sufrió él y unos meses después cuando a la periodista le diagnosticaron un cáncer de ovarios del que, afortunadamente, superó con éxito el tratamiento.