Guillermo y Máxima de Holanda piden perdón en un vídeo por sus vacaciones en Grecia

«Me dirijo a ustedes con pesar en mi corazón. Nuestro viaje a Grecia ha provocado fuertes reacciones de muchos holandeses. Me duele haber traicionado su confianza en nosotros», aseguró el monarca, para el que, a pesar de que creía que el viaje respetaba las regulaciones del Gobierno, «fue muy imprudente no tomar en cuenta el impacto de las nuevas restricciones en nuestra sociedad». En su discurso, durante el que mantuvo un gesto severo y compungido, reconoció además que «nosotros mismos tomamos la decisión de regresar asumiendo que no deberíamos habernos ido».

Esta no es la primera vez que la Casa Real tiene que afrontar un problema ante la opinión pública de su país por asuntos relacionados con sus vacaciones. El escándalo más grave fue el que constituyó la compra de una casa en Mozambique, uno de los países más pobres del mundo, por más de cuatro millones de euros. La presión social les obligó a venderla después de que el Gobierno hubiera tenido que gastar una fortuna en medidas de seguridad.

En este último caso, los Reyes y sus tres hijas (Amalia, Alexia y Ariadna) usaron el avión Boeing 737 del Gobierno para trasladarse a Atenas el viernes pasado, con la idea de pasar unos días en la residencia que adquirieron en Kranidi, en la costa griega, precisamente después de la polémica de Mozambique. Entre las reglas de bloqueo parcial en los Países Bajos se encontraba la recomendación de cancelar o posponer todos los viajes no esenciales. Ante la conmoción, la Familia Real decidió regresar a Holanda en un vuelo comercial de la compañía KLM, que despegó apenas 24 horas después de que hubiera aterrizado en Grecia. Sin embargo, la polémica creció cuando el martes se descubrió que la Princesa Heredera Amalia y su hermana Alexia se habían quedado en Grecia durante tres días más.

En su mensaje, el Rey no entró en los comentarios sobre sus hijas, aunque el Gobierno hizo saber que las dos princesas mayores se quedaron porque el vuelo comercial en el que regresaron sus padres solo tenía cuatro asientos disponibles, que ocuparon los Reyes, su hija menor, la Princesa Ariane, y un guardia de seguridad.

El primer ministro Mark Rutte también ha asumido la responsabilidad del error que ha supuesto haber autorizado los planes de vacaciones de los monarcas y sus hijas en este momento.