Fallece Socorro Ruiz-Mateos la hija mayor del fundador de Rumasa

Socorro Ruiz-Mateos Rivero estaba casado con Bernardo Landeta , con el que contrajo matrimonio en Londres, cuando la familia se trasladó a vivir a la capital inglesa después de la expropiación de Rumasa el 23 de febrero de 1983. Tenía seis hijos (José María, Íñigo, Fátima, Javier, Bernardo y Álvaro).

Uno de los últimos acontecimientos familiares en los que Socorro Ruiz-Mateos pudo participar fue la boda del segundo de sus hijos, Íñigo, en Jerez de la Frontera (Cádiz) en septiembre de 2016. Fue la madrina del enlace.

La hija mayor de José María Ruiz-Mateos ha vivido a caballo entre Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Madrid, aunque los últimos años de su vida se trasladó a Pamplona para recibir tratamiento médico en el Hospital Universitario de esta ciudad.

La muerte de Socorro ha supuesto un duro varapalo para la familia , que nada más conocer la noticia se trasladó a Pamplona. «Ha sido muy duro, pero por lo menos descansa tranquila, después de mucho tiempo pasándola mal. Estamos destrozados », comentó ayer una de sus sobrinas a ABC.

El fallecimiento de Socorro se produce algo poco más de uno año después del deceso de su padre, el fundador de Nueva Rumasa, que moría los 84 años en un hospital del Puerto de Santa María en septiembre 2015. Desaparecía entonces una figura que encarnaba en un imposible equilibrio el éxito y la decadencia empresarial, una pintoresca exposición mediática y el papel como patriarca de la familia en la que delegó un imperio nunca exento de polémica, socavado por una cadena de procesos judiciales. Durante los últimos años, José María Ruiz-Mateos y sus hijos no han dejado de desfilar ante varios tribunales, aunque el patriarca dejó de comparecer por motivos de salud.

A diferencia de algunos de sus hermanos que acapararon innumerables titulares en la prensa, Socorro siempre se mantuvo al margen de todo, en un discreto segundo plano, alejada de la polémica. Era una mujer afable , volcada en su familia y sus amigos, con ganas de seguir adelante hasta su último día.