¿Cuánto se gastan Rihanna y Amal Clooney en la peluquería?

La mujer de George Clooney, Amal Clooney , apoquina unos 550 euros a la semana para mantener a punto su oscura y ondulada melena , según publica esta semana «Page Six». La estilosa abogada de 38 años ha convertido la peluquería John Frieda de Londres, situada en el lujoso barrio de Chelsea, en su segunda casa. Allí se entrega a los cuidados del reconocido estilista francés Serge Normant quien le corta y aplica todo tipo de ungüentos para su cabello. Desde tratamientos de keratina para reparar el cabello a baños de color para matizar su moreno o saneamientos de las puntas para fomentar el crecimiento. Las virtuosas manos de este peluquero, con salones en la capital británica y en Nueva York, también se pierden frecuentemente en la frondosa y rizada melena de Sarah Jessica Parker, en los tirabuzones cobrizos de Julia Roberts o en el tupé de Miley Cyrus.

Si el gasto de Clooney le resulta desorbitado y ya ha calculado cuántas veces podría acudir a su peluquero de barrio con 550 euros en el bolsillo, espere a conocer lo que invierte la cantante Rihanna , una gran aficionada a los cambios de look tan frecuentes como radicales. En un mismo mes la veremos pasar del rubio platino al moreno azabache, con todo tipo de peinados como trenzas o moños adornadas con los más variopintos complementos . La diva de Barbados subsana la agresividad de los tintes con avanzados tratamientos que le permiten lucir un melenón siempre brillante. Ha llegado a gastarse 16.000 euros en una sola semana. Cuenta la leyenda que su estilista Ursula Stephen, la peluquera por antonomasia de la alfombra roja, emplea rulos de diamante para lograr esos rizos perfectos. Sea o no cierto, cada cita con Stephen asciende a 2.000 euros. Importe suficiente para que agasajen a uno con diamantes y lo que haga falta.

Otra de las que tampoco escatima en cuidados capilares es Kim Kardashian . La socialite luce a menudo unas extensiones carísimas, cuyo mantenimiento en el salón Shades, de Beverly Hills, cuesta cerca de 1.200 euros. A pesar de que su hija North West solo tiene 3 años, ya le ha inculcado su pasión por los peinados estrambóticos y los mechones de pelo artificiales. La pequeña no quiere saber nada de columpios ni juguetes. Eso sí, con ver un secador de pelo, unos rulos y un esmalte de uñas se le ilumina la cara.