Cristiano y Georgina mueven las caderas a ritmo de Nicky Jam

Tras un bache en su carrera, atrapado en las drogas y el alcohol , el año 2010 marcó un punto de inflexión en su vida que luego ha devenido en lo que es hoy; uno de los reguetoneros con mayor proyección , que ha contribuido a encumbrar el género y cuyos temas tardan en llegar a lo más alto lo mismo que un azucarillo en disolverse en agua.

Cuando aún son las 20.30 horas de la tarde, las inmediaciones del Wizink Center de Madrid presentan un ambiente diferente. Mucho joven tocado con gorras, cadenas que cuelgan de los vaqueros y zapatillas como macetas. Las banderas de Venezuela, Costa Rica y Colombia, muy presentes para identificar a sus portadores. Porque aunque Nicky Jam nació en Bostón, su vida cambió al mudarse a Medellín en 2010 y muchos de sus seguidores proceden de Centro América y America Latina, además de España.

La cuenta atrás para el comienzo del concierto se proyecta en las pantallas. Primero irrumpe su sexy elenco de bailarinas con estilismos blancos imposibles y a los pocos segundos, emerge él de una escalera para estrenar la noche con «Hasta el Amanecer».

Entre el público no faltan rostros conocidos. En uno de los palcos superiores mueven las caderas Cristiano Ronaldo y su novia, Georgina Rodríguez . No es el único madridista fan del cantante. Marco Asensio y Carvajal tampoco se perdieron el concierto. Completaban la lista de caras populares el empresario Javier Halcón , el youtuber Aless Gijaba , el Dj Danny Romero o el cantante Abraham Mateo .

La fiesta continúa con «El Amante» y poco a poco va logrando que el público ya no se acuerde de lo que ha dejado fuera. El tema «No te lo voy a negar» lo reserva para ir invitando a varios miembros del público a subir al escenario. Una venezolana explosiva, una madrileña más tranquila, una italiana, una rusa con mucho ritmo, dos niñas muy atrevidas, dos hombres... La lista es demasiado larga.

Tras hora y media de concierto (sin incluir a los teloneros) Nicky da señales de que la noche se extingue. Reconoce que el de Madrid es un público exigente. Pero él sabe cómo manejarlo. El suelo del Wizink vuelve a retumbar cuando suena eso de: «Hola bebé». Y sí son muchos los que en ese momento quieren hacer travesuras. Pero el tema «Travesuras» deja con ganas de más . Nicky desaparece del escenario, las potentes luces del pabellón ciegan a los asistentes. Se rompió el hechizo. Toca volver a la realidad.