El caso de paternidad de Javier Sánchez Santos contra Julio Iglesias llega a las Naciones Unidas

Si algo ha demostrado el caso de filiación de Javier Sánchez Santos contra Julio Iglesias es que a veces, por carambolas derivadas del derecho procesal, una prueba de ADN no es suficiente para atribuir una paternidad . Ni siquiera cuando en ese contraste genético existe un 99 por ciento de coincidencia , lo que prueba a ojos de la ciencia que el cantante es el padre biológico de este joven valenciano. Por eso aquel día de principios de mayo, mientras Fernando Osuna, el abogado de Javier, preparaba el recurso de casación ante el Tribunal Supremo, algunos compañeros de su despacho se pusieron manos a la obra para hacer llegar este litigio al Comité Internacional sobre Desapariciones Forzadas, Detenciones Arbitrarias y delitos de Genocidio y de Lesa Humanidad, que esta semana ha presentado una denuncia ante el Comité de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Según el escrito de este organismo al que ha teido acceso La Vanguardia, en España se habrían vulnerado el artículo 39.2 de la Constitución Española , donde se afirma que la ley debe posibilitar la investigación de la paternidad de cualquier ciudadano: «La Justicia del Reino de España podría haber conculcado los derechos humanos universalmente reconocidos de la persona identificada como Javier Santos, por la presunta manipulación de la Justicia en contra de su derecho constitucional a investigar la paternidad que biológicamente le corresponde».

A la espera de conocer si el Tribunal Supremo admite el recurso o si directamente acuden al Tribunal Constitucional, Osuna ha comentado a este periódico que el respaldo de la ONU a través de esta resolución, aunque no tiene ninguna consecuencia ejecutoria, sí «tiene un significado moral muy grande» . Un golpe de efecto para hacer ruido y no perder de vista lo importante: que cualquier ciudadano en España tiene derecho a conocer sus raíces biológicas.