Carmen Tello: «Jamás cobré un euro por hablar de mi amistad con Cayetana»

-Un año sin Cayetana. ¿Qué sentimientos le quedan?

-Al principio eran de tristeza. Hoy, un año después, las sensaciones son más de echarla de menos, entender que ya no puedo llamarla como tantas veces.

-Treinta años de amistad y aún hay gente que no entiende su unión.

-Hará como 34 años cuando nos conocimos. Por entonces yo estaba casada con el actual marqués de la Motilla y Cayetana solía venir a comer a casa de mis exsuegros una vez al año. Cuando se casó con Jesús Aguirre, siguió con esa costumbre y fue cuando me encantó su personalidad. Era arrolladora, pero podía ser muy niña, incluso tímida. Congeniamos enseguida. Yo andaba por los veintitantos, pero su carácter era muy juvenil, por eso siempre se sintió más cómoda con la gente joven.

-Cuando usted se separó del marqués, Cayetana fue de las pocas que le tendió la mano en la sociedad sevillana.

-Tengo muy buenas amigas de la sociedad de aquí, que son maravillosas y no me abandonaron, pero el apoyo de Cayetana fue muy significativo por lo que representaba. Cuando te separas creas una situación muy complicada para los amigos, que no saben hacia dónde tirar. Cayetana no quería que me separara, pero cuando entendió que la decisión era firme, me apoyó y protegió.

-Supongo que habrá notado cómo algunas personas han cambiado con usted ahora que ya no tiene a Cayetana.

-Sevilla es una ciudad donde nos conocemos todos y es fácil enterarte de lo que se dice en los salones o reuniones. Seguramente, el hecho de que fuéramos tan íntimas me ha perjudicado ante algunos y más cada vez que Cayetana decía en público que yo era como su hermana. Quiero dejar claro que Cayetana tenía una personalidad muy fuerte, hasta el punto que nadie podía influir en sus actos o pensamientos. Por eso, pensar que yo pudiera haberme interpuesto entre alguna otra amistad es no conocer a Cayetana y el carácter que tenía.

-¿Cayetana fue genio y figura hasta el final?

-Por supuesto. No paró hasta que consiguió casarse con Alfonso. Nadie pudo impedírselo, por eso es ridículo que crean que yo influía en sus ideas.

-¿Qué herencia le ha dejado?

-Cayetana me enseñó muchas cosas de la vida, he aprendido a su lado porque tenía mucho mundo y eso es lo que le tengo que agradecer.

-¿Cómo está la relación con el viudo Alfonso Diez?

-Sintió muchísimo la pérdida de Cayetana, ya que la quiso un montón y a pesar de los achaques de cabeza estuvo perfecta casi hasta el final. Para Alfonso ella era su mito. La veía tal vez con otros ojos que el resto, pero estar a su lado fue muy especial para él. Lo ha pasado muy mal en este tiempo, ha querido respetar su año de duelo sin acudir a ningún lugar, salvo dos o tres cosas puntuales por compromisos con personas cercanas y únicamente viene de vez en cuando por aquí para reunirse con nosotros y recordarla. Solemos hablar dos veces a la semana y siempre nos acordamos de ella.

-Finalmente acudirán todos los amigos al funeral en Sevilla. Nada que ver con lo que pasó hace un año, que declinaron acudir tras las situaciones que vivieron en la catedral.

-Cuando hablamos con Alfonso le dijimos que si él nos necesitaba, estaríamos a su lado en el funeral de la Hermandad, pero que si le daba igual nos íbamos a otra iglesia a rezar por ella y sin hacer ningún ruido. Alfonso nos ha llamado, uno a uno, a los amigos para repetirnos que Cayetana querría que estuviéramos nosotros, a los que ella quería, y con los que se sentía a gusto. Así que el viernes estaremos allí con él.

-Supongo que esta vez nadie les levantará de un banco de la iglesia diciendo que ese sitio es de la familia.

-Nos dijeron que el banco estaba reservado. Si en ese momento Cayetana hubiera podido ver quiénes estaban allí, se habría quedado muy sorprendida.

-Además de confidente, cuidó mucho a la duquesa en sus momentos más duros de la enfermedad. ¿En algún momento los hijos le han dado las gracias por cómo se ocuparon?

-No tienen por qué agradecernos nada, porque lo hicimos de corazón y sin esperar nada de nadie. Creo que los hijos no estaban bien informados, porque no estaban en Sevilla. Hubiera sido bueno aclarar ciertas cosas... aunque, en fin, ella ya no está aquí. Los amigos estábamos cerca por puro cariño y de corazón.

-Muchas veces le han criticado porque actuaba como portavoz de Cayetana y eso molestaba a la familia.

-Era la propia Cayetana quien me pedía que aclarara ciertas cosas que se habían dicho ante los medios. Puede que a la familia no le gustara, pero yo simplemente le hacía el favor que me pedía. Nunca he cobrado un euro de absolutamente nada. Todos los reporteros de Sevilla son testigos de que es cierto lo que digo. Jamás he querido ser protagonista y puede que ahora tampoco guste que hable, pero lo hago como homenaje a su memoria. Que quede claro que no me he lucrado nunca y que la lista de peticiones que me llegan de todas partes es enorme.

-Además de la mudanza, ha empezado a preparar la gala benéfica para la Hermandad de los Gitanos en homenaje a Curro Romero.

-Hace un año la Hermandad nos pidió una gala homenaje del mundo flamenco hacia Curro por todo lo que representa para ellos. Cayetana estaba muy ilusionada con ese acto y ya tenía hasta sus entradas reservadas, pero Curro decidió suspender el acto tras su muerte. Este año se hará el concierto el 1 de marzo en el teatro de La Maestranza y además del homenaje a Curro del mundo flamenco habrá una mención en memoria de Cayetana. Van a actuar grandes como Miguel Poveda, Paco Cepero, Aurora, Marina, Farruquito… Lo que se recaude irá a beneficio de las obras solidarias de la Hermandad.