Beltrán Lozano, el primer Borbón que se sube a la pasarela

Pero sus ilustres apellidos no le han ayudado a subir ninguno de los escalones de la pasarela de Milán, de la que no se baja desde hace un año. «Aquí soy uno más de los jóvenes que luchan por hacerse un hueco en el mundo de la moda», cuenta este sevillano de 24 años, con un metro noventa de estatura y unos hipnóticos ojos azules.

Desde que en septiembre de 2016 firmó con la agencia española Francina Models , Beltrán ha desfilado para Custo Barcelona , Springfield o Pedro del Hierro y posado para firmas como Dolce&Gabanna y Stradivarius.

«Ha sido un año de no parar. Arranqué poco a poco, pero ahora no descanso. En los próximos meses tengo previsto probar en mercados como Londres, Alemania, Asia...». Y es que lo que le atrajo de esta profesión fue la oportunidad para conocer mundo . «Como me dijo un viejo amigo, viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente».

¿Cómo se tomaron sus padres la noticia de que quería ser modelo ? «La primera reacción fue de recelo, pero al no cambiar radicalmente de vida, ni irme de casa o abandonar mis estudios de Marketing y Gestión Comercial en Sevilla, acabaron aceptándolo». Y ahora, que ven que es un trabajo serio, parece que están contentos. «Mis padres nos han dejado a mis hermanos y a mi bastante libertad a la hora de tomar decisiones, y darnos cuenta de nuestros aciertos y errores», asegura.

Si en su entorno le han criticado o le envidian, no le interesa. «No creo que lo hagan; pero si lo han hecho, ni me he enterado, ni pierdo el tiempo pensando en eso». Es un joven ambicioso que aspira a llegar lejos en la profesión. «Estoy feliz disfrutando de esta etapa de mi vida, y quiero avanzar poco a poco, pero sin relajarme nunca», afirma.

«Es una vida muy movida, con muchas horas de avión y, a veces, pocas de cama. La mayoría de los días tengo que levantarme a las cuatro de la mañana, pero me lo tomo como una manera de aprovechar el día y dedicar las largas horas de espera a escuchar música, leer...», cuenta.

¿Nunca has sentido ganas de tirar la toalla? «Es un mundo un tanto peculiar e inestable, a veces. Pasas mucho tiempo solo y con infinidad de horas para pensar -explica-, y en alguna ocasión sí me he planteado qué hago aquí o si este es el camino que debo tomar. Pero todavía me queda mucho mundo por descubrir , y es pronto para arrepentirme».

¿Pasarela o editoriales de moda? «La pasarela son nervios, prisas, coincidir con amigos como Alejandra Domínguez, Rocío Crusset, Paula Sancho y otros muchos modelos internacionales. Las fotos te dan la oportunidad de expresarte, conocer buenos profesionales, y sobre todo, ver después el resultado de tu trabajo. Pero quizás, con lo que más disfruto es con los rodajes de spots publicitarios, que son más dinámicos», responde clavando esa intensa mirada azul que le ha abierto las puertas de la fama, y seguro que también algún que otro corazón. «Nada serio», me aclara sonriendo.

¿Cómo se presenta el próximo curso? «En esta profesión, nunca se sabe dónde estarás mañana, aunque mis planes más inmediatos son el catálogo de CloKing.es y probar suerte en el mercado asiático antes de la siguiente temporada de Milán. Y seguir trabajando duro día a día, porque la experiencia me dice que esa es la única manera de alcanzar mis metas».