Arda Turan, el «David Beckham» turco

Arda Turan (Estambul, 1987) llegó a Madrid en verano de 2011 junto a la que por entonces era su novia, la modelo y actriz turca Sinem Kobal , buscando tranquilidad y algo de anonimato. En Turquía eran auténticos ídolos de masas. Su imagen, asociada con el glamour y el estilo , los convirtió en portada día tras día mientras residieron allí, comparados en todo momento con el matrimonio de David y Victoria Beckham . Sin embargo, el centrocampista turco es como la cerveza, triunfa allí a donde va, y en España ha creado un nuevo movimiento de cientos de fans, el «ardaturanismo» .

Ser «ardaturanista» significa, entre otras cosas, reírse siempre de todo, como hace el jugador. El turco nunca pierde el sentido del humor y así lo demostró en su último cumpleaños . Okan Turan se encargó de compartir en Instagram una imagen de la tarta de cumpleaños con forma de bota del astro . Un pequeño homenaje al fútbol, a su equipo y al gesto viral que protagonizó con el juez de línea.

El centrocampista es genio, pero también figura. Adidas , la cadena de comida turca Simit Saray o DeFacto se lo rifan en sus reclamos publicitarios. A Arda Turan ya se le ha podido ver anunciando vaqueros en 2012 junto a Paris Hilton , y algunos medios turcos apuntan que en su próximo anuncio contará con toda una estrella a su lado, la cantante Beyoncé . Solo falta el sí de la diva para que repita con Turan la notoriedad del comercial de Pepsi que rodó con el verdadero David Beckham en el 2007 .

Un éxito que tiene que ver, y mucho, con su imagen de tipo duro , esa que le valió el apodo de «Leónidas del Manzanares» mientras formó parte del Atlético del Madrid. Porque ser «ardaturanista» es también ser un guerrero que cumple con su palabra. Así lo hizo Turan cuando, tras ganar la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid en el 2013, se despidió a golpe de maquinilla de su infantil melena de rizos negros . Había sido una promesa del jugador a los aficionados, y afrontó el momento sin miedo.

Y como Leónidas, aunque Arda Turan es el líder de sus particulares espartanos, no por eso olvida sus orígenes humildes en el barrio de Bayrampasa (Estambul) . El turco nació al otro lado del Bósforo, en la parte más occidental de la metrópoli turca y lejos de las élites de la gran ciudad.

Aprendió a jugar al fútbol en la calle y cuando empezó a ganar dinero cumplió el sueño de su padre, montar una gasolinera . Además, cada mes paga los recibos de luz y agua de todo el bloque de viviendas donde creció. Tampoco ha dejado de lado a sus amigos de toda la vida como Ata, su traductor personal . El centrocampista habla español, pero él prefiere mantener cerca a su compañero. Porque, como contesta el turco sonriendo cuando se le pregunta por qué no practica el idioma, «¿Entonces de qué iba a trabajar Ata? ».

El jugador es una de las personalidades más conocidas tanto dentro como fuera su país, y uno de los hombres más deseados por las turcas , en parte gracias a la imagen seria que ha dado siempre de su vida sentimental.

Su relación con Sinem, la impresionante novia que llegó con él a Madrid, comenzó en agosto de 2009. Un año después, en enero de 2010, se comprometieron y afirmaron en la prensa turca que «estamos muy felices y nos casaremos pronto» . Sin embargo, tres años después rompían su compromiso. Y a pesar de que muchas voces especularon sobre su vuelta, hace unos meses Arda sorprendía con un nuevo romance junto a una bella morena de nombre Aslihan Dogan , con quien se le ha visto navegando por varias ciudades costeras turcas, como Marmaris o Bodrum.

Pero a Arda Turan no le gusta que todo esto se sepa. Celoso de su vida privada, evita las preguntas íntimas . Aunque a veces, el verdadero Turan se muestra tal y como es. Por ejemplo, cuando tras grabar la película «Hükümet Kadin 2» (La Mujer Gobernadora 2), se refirió en público a la actriz progatonista, Damet Akbag, como «mamá Demet» . O como cuando, en medio de la furia y al más puro estilo Leónidas, le lanzó una bota a un linier.