Ser una atracción turística más de Nueva York. Así se debió sentir Jane Fonda el pasado martes, cuando decidió comer en un restaurante cercano a Times Square, al lado de la ventana. La conocida actriz empezó a observar cómo decenas de seguidores la reconocieron ... y empezaron a aglomerarse en la puerta del restaurante, según informa el medio «Page Six».
Fonda se dirigió al restaurante Chez Josephine, en la calle 42 de la inmensa urbe estadounidense. Al ver la incómoda situación, el dueño del negocio, Jean-Claude Baker, salió de malos modos y optó por cerrar con brusquedad la cortina correspondiente.
Fonda se encuentra en Nueva York porque se cree que pronto estrenará en la ciudad la obra de teatro: «Los monólogos de la vagina». Aunque también se rumorea que su autora, Eve Ensler, podría estar escribiendo una obra de teatro nueva o una película en la que participaría la actriz . El éxito profesional, dada la expectación, parece asegurado.
Jane Fonda, el último atractivo turístico de Nueva York
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