Noa: «Mi corazón está con el pueblo sirio y su sufrimiento»

«Soy muy perfeccionista, aunque veo mi trabajo con amor. Siento que cantar era mi destino y le presto toda mi dedicación», explicó. Aunque toda esa entrega no va en detrimento de su familia, porque Noa no descuida a los suyos. Está casada desde hace 21 años con el pediatra Asher Barak y con él ha tenido tres hijos: Ayehliand , Enea y Yum . «Intento poner un límite a mis viajes, en parte por mis preciosos hijos, de doce, nueve y tres años. Puedo llevarlo bien porque trabajo y vivo en Israel con ellos. Además, tengo mi estudio de grabación en casa». La artista asegura que tiene una vida muy especial, «casi como la de los gitanos» y se siente muy afortunada de que su marido y sus hijos la entiendan y la compartan.

«Vivo a una hora de Tel-Aviv, en una comunidad muy pequeña, un Kibbutz, en la que compartimos todo... Es un concepto muy bonito. Además está cerca del mar, yo adoro ir a correr, andar o darme un baño por las mañanas». El resto del día lo dedica a trabajar y, a veces, por la tarde-noche tiene algún concierto en Israel. «Aquí no hay tanta distancia y no necesito coger un avión como en España para trasladarme, porque puedo regresar a casa cuando acabo», se resarce.

La autora de «Beautiful that way» también se atreve con el flamenco. En la gira que compartió en 2011 con el pianista flamenco Dorantes interpretó «Al calor de la manta», del dúo flamenco Lole y Manuel, padres de Alba Molina. «El flamenco es una música increíble y la respeto muchísimo, es mágica y misteriosa. Me encanta, aunque resulta muy duro cantarla», alega.

Promover el entendimiento

Aunque el día 21 tuvo que comenzar tarde su recital en la Ciudad de la Cultura de Galicia porque unos manifestantes, que se habían concentrado en solidaridad con Palestina, alzaron sus voces para pedir a la Xunta que suspendiera su actuación, Noa siempre se ha mostrado optimista y ha colaborado junto a otros artistas para mostrar que cree en el poder de la comunicación y el diálogo para promover el entendimiento en el marco del conflicto Palestino-Israelí. « Somos dos pueblos viviendo en una pequeña área de tierra. Tenemos que investigar la solución para ambos. No es fácil, pero tampoco imposible, tenemos que seguir trabajando por la paz. Todo importa, la música, las actividades humanitarias, la educación, los proyectos empresariales...», asegura muy afectada. Por otro lado, en cuanto a la situación en Siria, ella sospecha que no tiene la información suficiente acerca de lo que está sucediendo allí: «Yo creo que el mundo tendría que intervenir y auxiliar a las personas sirias de este loco gobierno. Todo lo que puedo decir es que tengo esperanza y que mi corazón está con el pueblo sirio y su sufrimiento».

Ahora le toca lo que mejor sabe hacer, se subirá al escenario del Starlite Festival e interpretará algunas canciones nuevas y sus éxitos más sonados junto a un cuarteto de cuerdas napolitano, Solis String Quartet , y a su compatriota, además de colaborador habitual, el guitarrista israelí Gil Dor . Como siempre y en su línea todo un llamamiento a la paz en clave musical, un lenguaje universal.