En su tierra, en la ciudad que le vio nacer y donde sus padres sacaron adelante a su familia, Albert Rivera ha vuelto a los orígenes de Ciudadanos (Cs). Es el primer mitin que celebra esta campaña en Cataluña y el ... primero en el que comparte cartel con Inés Arrimadas . Han completado la alineación Maite Pagazaurtundúa y Edmundo Bal , bastiones contra el nacionalismo .
Por fin, la gran apuesta de Cs para las elecciones del 28-A , el tándem Rivera-Arrimadas , se ha dejado ver de la mano en un acto. Ambos representan lo que es su formación. Hoy liberal, ayer socialdemócrata, pero un partido político nacido con una única prioridad: la derrota del nacionalismo. Está en su ADN y es lo que han recordado en cada momento.
Rivera, una vez más, ha denunciado cómo los catalanes se han sentido «huérfanos» del Estado durante años y ha acusado al PP y al PSOE de haber permitido al nacionalismo avanzar en estos cuarenta años de democracia hasta el límite de declarar la independencia el 27 de octubre de 2017 . «El día que se declaró la independencia, lloré de impotencia», ha aseverado, mientras Arrimadas ha apuntado cómo el PP y el PSOE llamaban «exagerado» en 2006 al ahora candidato a presidir España.
Los liberales están lanzados en esta recta final de campaña y confían en dar «la campanada» este domingo y sumar los votos suficientes para derrocar a Pedro Sánchez y encabezar un ejecutivo alternativo. Sin embargo, esta tarde las sensaciones en Barcelona no han sido esas. El PSC ha congregado a 4.000 fieles, por los aproximadamente 800 de Cs.
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