Las ventas y la industria alivian la economía china, lastrada por la crisis del 'ladrillo'

Las ventas al por menor, que indican la salud del consumo, subieron un 4,6 por ciento interanual en agosto, más que el 2,5 por ciento de julio y de las previsiones de entre el 3 y 3,5 por ciento que anticipaban los analistas. Por su parte, la producción industrial se elevó un 4,5 por ciento interanual, por encima del 3,7 por ciento de julio y de las proyecciones por debajo del 4 por ciento que habían vaticinado los expertos.

Gracias a estas cifras, se ha aliviado tenuemente la deflación que atenaza a la economía china. En agosto, el Índice de Precios al Consumo (IPC) volvió a términos positivos, pero fue solo una subida del 0,1 por ciento. Aunque es un cambio de tendencia con respecto a la caída del 0,3 por ciento en julio, se halla por debajo de las previsiones. Por su parte, el Índice de Precios a la Producción bajó un 3 por ciento interanual. Aunque es el undécimo mes de caída por las dificultades que atraviesa el sector industrial, es bastante menor que el 4,4 por ciento registrado en julio, según informa el periódico 'South China Morning Post'.

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Junto a la contracción de las exportaciones e importaciones, que superó los dos dígitos en julio, de fondo subyace la grave crisis que atraviesa el sector inmobiliario, que es uno de los motores de la economía al aportar el 30 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Pero el estallido de su burbuja y la bancarrota que acecha a gigantes como Evergrande o Country Garden han mermado la confianza compradora de los chinos, que solían invertir sus ahorros en viviendas para alquilar o confiando en que los precios siguieran subiendo hasta ahora. Aunque la inversión total en activos fijos subió un 3,2 por ciento en los ocho primeros meses del año, la compra de pisos cayó un 8,8 por ciento durante ese tiempo. Ambas cifras son unas décimas peores que las registradas en julio. Marcando casi dos años de caídas, el desplome en agosto y julio fue aún mayor a nivel interanual: 19,1 y 17,8 por ciento, respectivamente.

Según un cálculo efectuado por la agencia Reuters basándose en los datos del Buró Nacional de Estadísticas, los precios de los pisos cayeron en agosto un 0,3 por ciento con respecto a julio, cuando descendieron un 0,2 por ciento. Con respecto al año pasado, la reducción en ambos meses fue del 0,1 por ciento, prolongando una caída en la venta de casas que dura ya 26 meses y es muy grave en las ciudades de segundo y tercer nivel.

Para incentivar la economía, las autoridades han relajado la compra de viviendas abandonando momentáneamente su discurso de que «las casas son para vivir, no para especular» y facilitando las hipotecas. El jueves, Pekín redujo la ratio de las reservas que impone a los bancos para que el dinero fluya con más liquidez y haya más efectivo en el mercado.

Como estos últimos datos son algo mejores de lo esperado, el precio del petróleo volvió a elevarse por tercera semana y las Bolsas de Asia subieron de nuevo. Pero la incertidumbre sigue amenazando a la economía china y a uno de sus principales motores, el comercio exterior. En julio, las exportaciones se redujeron un 14,5 por ciento interanual y las importaciones un 12,4. En agosto, la caída fue algo menor: del 8,8 por ciento y 7,3 interanual, respectivamente.

Más preocupantes aún son los datos del paro juvenil urbano, que encima no incluyen las zonas rurales. Desde abril hasta junio, la tasa oficial de desempleo entre los jóvenes de 16 a 24 años pasó del 20,4 por ciento al 20,8 y, finalmente, al récord del 21,3 por ciento. Desde entonces, las autoridades chinas han dejado de publicar dichas cifras, que serían todavía peores en julio al graduarse más de 11,5 millones de universitarios que buscan su primer trabajo. De hecho, incluso consideran no contar a los estudiantes recién licenciados para adelgazar los datos del paro, lo que ha desatado una indignación y sarcasmo que no ha podido ser eliminada en las controladas redes sociales. Por todos estos motivos, hay muchas dudas que China pueda crecer este año al 5 por ciento como se había fijado.