Trabajo admite que los pequeños negocios serán los más afectados por la reducción de jornada

Esa memoria, un texto que debe acompañar a todas las leyes, no solo asume que serán tres grandes sectores los que más tendrán que adaptarse para acogerse a la reducción de jornada. También apunta que, en la mayoría de los casos, se trata de micropymes de menos de diez trabajadores, aunque la mayoría apenas tiene uno o dos. Esto es, negocios pequeños y en los sectores donde adaptarse será más complicado adaptarse.

El documento considera que de los 12,5 millones de trabajadores a los que habrá que reducirles la jornada, porque aún no tienen establecida esa medida por convenio, casi cinco millones se concentran en tres sectores: comercio, con 2,4 millones de empleados; hostelería, con casi 1,5 millones; y construcción, con otro millón de puestos de trabajo. Son las actividades que aún tienen una jornada media más larga y las que, a la vez, tendrá que asumir un incremento superior del salario por hora provocado por la reducción.

Trabajo también asume que serán los negocios más pequeños los que más tendrán que adaptarse con esta nueva normativa laboral. «Las microempresas se concentran en en algunos de los sectores que tienen ahora mayores jornadas medidas. Estima que hay 1,14 millones de sociedades de este tamaño; y de ellas, el 70% concentra actividades de comercio, hostelería y agricultura.

Otro de los riesgos que expone la Memoria del anteproyecto de ley está vinculado a las cargas administrativas que esos pequeños negocios, sobre todo de los sectores más vinculados a los servicios y atención al público, tendrán que soportar. Lo hace para referirse a los trámites vinculados a la «digitalización e interoperalibidad del registro de jornada», así como la nueva obligación de que la Inspección pueda acceder de forma remota a esos datos de llegada y salida, que han provocado numerosas críticas por parte de los autónomos y patronal.

A pesar de esas advertencias, Trabajo argumenta en ese informe que todas esas actividades «tendrán capacidad de absorción del aumento de costes» implícito. Ylo justifican por el hecho de que sus márgenes empresariales han aumentado considerablemente en los cinco últimos años tanto en agricultura (un 35%), como en hostelería (117%) y en comercio (30%), acogiéndose a los últimos datos del Observatorio de Márgenes.

Ante esta realidad, Economía ya ha señalado cuáles pueden ser esas modificaciones que están por llegar, tal y como adelantó ABC: «medidas de flexibilidad y acompañamiento especialmente en las pymes», para que la reducción de jornada sea una realidad efectiva cuanto antes. El tanteo, que no negociación formal, que Cuerpo ha realizado con la patronal en las últimas semanas pasa por evitar que la implantación de las 37,5 horas semanales sea generalizada a todas las empresas; se tendrá en cuenta el sector o el tamaño; y se incluirán ayudas para hacerla más digerible.

La enmienda de Economía al texto de Trabajo ha llegado incluso antes de su paso por la comisión de Secretarios de Estado, el trámite previo de este jueves antes de que el anteproyecto de ley llegue a Moncloa en una semana. El Ministerio dirigido por Cuerpo admite que «hay que maximizar las garantías para que la reducción de jornada sea sostenible en el tiempo» introduciendo esos elementos de «flexibilidad» a los que se niegan tanto Trabajo como los sindicatos, a tenor del texto que ha fulminado esas referencias. En particular, Economía apunta a que las pymes asumirán más del 50% del impacto de la medida.