El sector de los balnearios no se relaja con la innovación

En España hay 105 balnearios y la procedencia de sus clientes es nacional en un 95%. Miguel Mirones, presidente de Asociación Nacional de Balnearios (Anbal), destaca que «se ha realizado un proceso de adaptación a la digitalización en la línea de lo llevado al cabo por el sector turístico, por una parte, y el sector sanitario por otra, porque los balnearios son un punto de confluencia de estos dos ámbitos». «Debemos cumplir la normativa vigente en materia de protección de datos en los respectivo a la parte sanitaria e incorporar las nuevas herramientas de digitalización para la gestión de la parte hotelera», añade.

La eficiencia energética y la sostenibilidad obligan a los balnearios a especiales esfuerzos, porque manejan gran cantidad de agua. También deben afrontar medidas para evitar la aparición de la bacteria Legionela, explica Mirones: «Calentamos el agua por encima de 73 grados y luego la volvemos a enfriar hasta los 35, 36, 37 grados para la aplicación de tratamientos, lo que implica un coste importante. Por eso muchas empresas balnearias están realizando fuertes inversiones para lograr la eficiencia energética».

Por lo que respecta a la sostenibilidad, Mirones señala que «el sector se está involucrando en la implantación de sistemas que participan en la lucha contra el cambio climático», iniciativas promovidas por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE). Una parte importante de los balnearios se han certificado (o están en proceso) con el sello de sostenibilidad.

Mirones es propietario de Relais Termal, la mayor cadena de balnearios de España, con diez establecimientos en siete comunidades autónomas, entre los que se encuentran Termas Pallarés (Zaragoza), con el lago termal más grande de España y segundo de Europa; Lanjarón (Granada), con su Circuito Aquatherma; Cestona (Guipúzcoa), Liérganes (Cantabria) o La Albotea, inaugurado esta semana en la localidad riojana de Cervera del Río Alhama.

Relais Termal constituye el primer grupo empresarial de balnearios que ha obtenido la certificación con la marca S de Sostenibilidad del ICTE, un distintivo que garantiza, mediante auditoría externa, la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU en el sector turístico.

Historia del termalismo en España es el balneario de Mondariz (Pontevedra), que tiene más de 30.000 metros cuadrados y obtuvo el Premio Wellness Experience 2023 el año de su 150 aniversario. El hotel tiene 194 habitaciones, un spa de 3.000 metros cuadrados, tres restaurantes, un circuito termal celta, el sport club & spa, un centro de congresos y un campo de golf.

Amalia Gallego, su directora de Comunicación, afirma que el compromiso con el turismo sostenible «parte de su plena identificación con el territorio en el que se localiza, en el Valle del río Tea, entre las provincias gallegas de Pontevedra y Ourense». Los diferentes manantiales de agua mineromedicinal son la base de la sostenibilidad de este proyecto turístico y de salud natural.

Sobre ahorro energético, el establecimiento desarrolla un proyecto de producción de energía térmica a partir de biomasa, indica Gallego: «Esta fuente de energía convierte un residuo en un recurso en el cual intervienen distintas figuras, generando puestos trabajos en cada uno de los ciclos, lo que supone una contribución importante a las economías locales. El cambio de fuente de energía de gas licuado, GLP, a biomasa supone una reducción de más de medio millón de kilogramos de CO2 liberadas a la atmósfera».

La utilización de astillas de madera evita la erosión y degradación del suelo, minimizando el riesgo de incendios forestales en una zona tan perjudicada como es la comunidad gallega. «La biomasa representa un ahorro y un beneficio económico –expone–, ya que su precio es menor en comparación con los combustibles de residuos fósiles. El proyecto ejecutado se basa en la producción de energía térmica centralizada y canalizada a los tres edificios del establecimiento termal, Gándara, Baranda y Palacios».

Se satisfacen así las necesidades de producción de agua caliente sanitaria y la climatización de las piscinas del Palacio del Agua, que se mantiene para uso como spa a 33º y 34º, su zona zen exterior y el circuito celta con agua mineromedicinal. Según Gallego, «los últimos datos muestran un ahorro en coste anual entre el 40% y 50% de las cifras establecidas para todo el balneario, que consume un total de 3 millones y medio de kWh».

La hotelera Castilla Termal tiene cinco hoteles de lujo, el último abierto en septiembre en Brihuega (Guadalajara), en la Real Fábrica de Paños. Una característica del grupo es instalarse en lugares con patrimonio histórico: el antiguo convento de Sancti Spiritus de Olmedo y el Monasterio de Valbuena (ambos en Valladolid), la antigua Universidad de Santa Catalina de El Burgo de Osma (Soria) y el balneario deSolares (Cantabria). Carolina González, directora de Operaciones de Castilla Termal, sostiene que el establecimiento de Brihuega resume la política de innovación y sostenibilidad de toda la cadena: «Hemos configurado sistemas de iluminación inteligentes que adaptamos a las necesidades lumínicas en los horarios del día, la ocupación en los espacios y, sobre todo, en las variaciones de luz exterior». «Contamos con un sistema de climatización inteligente –relata– que garantiza el consumo eficiente y la optimización de todo lo que es la energía, a través de un programa de control llamado KNX, que gestiona la climatización de las habitaciones y de las zonas comunes, así como las bombas, los depósitos y los sistemas hidráulicos y eléctricos».

El ahorro de agua resulta imprescindible en un balneario, como ejemplifica González: «Disponemos de una herramienta de recogida de agua de lluvia para su reutilización. El agua de los tejados se vierte sobre jardines y desagües, y estos conducen a un depósito de incendios. También funcionamos con contadores individualizados por áreas para controlar el uso eficiente del agua y detectar posibles fugas».

No escatiman medidas para el control de gasto del agua. «Tenemos un sistema de filtrado de piscinas –dice–, que no se hace con arena, sino con vidrio filtrante AFM, que mejora el caudal y la eficiencia. También hay instalados sistemas de bajo consumo, tales como economizadores y perlizadores de agua en las duchas, que suponen un ahorro de un 50%, más monomandos con limitador de caudal».

Trabajan con distintos proveedores en el desarrollo de productos sostenibles, aclara González: «Nuestra ropa de lavandería viene sin embalajes, ni plásticos ni cintas. Hemos dicho adiós al plástico de un solo uso. Entre otras medidas, ofrecemos dispensadores rellenables con cosmética natural en todas las habitaciones y servicios comunes. Además, utilizamos cepillos de dientes y de cabello de bambú y cuchillas de afeitar ecológicas».