Libertad económica

Este indicador es muy útil en sistemas descentralizados, como el español, porque permite evaluar qué tal lo hacen las subunidades nacionales, en nuestro caso las comunidades autónomas. «Con todas las limitaciones que la complejidad del tema plantea», dice Cabrillo en la introducción, «los datos españoles parecen indicar que la prosperidad de las regiones está ligada a su nivel de libertad económica».

En el caso del ILE, cuyo primer informe fue en 2008, se ven tendencias. Junto a la apuesta por la libertad, la consistencia temporal es importante. Esto ha situado a Madrid como la primera comunidad autónoma de España en libertad económica, cosa que sucede sistemáticamente desde 2008. En el segundo lugar está el País Vasco que ha llegado ahí desde la octava posición en que se hallaba en 2015. Pero lo más sorprendente es lo que han empeorado los que alguna vez fueron segundos: Baleares, segundo en 2015, ha bajado a la quinta posición; La Rioja (segundo en 2013) repite en el tercero, y Navarra (segundo en 2011) hoy es décima. En la cola sigue Extremadura, pero en el penúltimo lugar, donde antes estaba Andalucía, ahora hay un nuevo actor: Asturias. Junto con la comunidad que preside Adrián Barbón, la peor evolución es la de la Comunidad Valenciana (que en 2015 era la cuarta de España).

Se tiende a analizar partidistamente este indicador, cuando en realidad el premio de la libertad tiene más que ver con la coherencia en el tiempo que con las siglas del partido que manda. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, ha tenido la suerte de contar con gobernantes que apostaron por la libertad económica de manera consistente. Su modelo de fiscalidad moderada, que deja en evidencia a otros gobiernos autonómicos más ineficientes y derrochadores, ha molestado tanto a la socialista María Jesús Montero como al 'popular' Cristóbal Montoro. Por otro lado, gobiernos como el del PP en Extremadura no tuvieron el valor o no supieron cómo cambiar las cosas y se dejaron llevar por el 'statu quo' implantado por sus predecesores. Un caso interesante es el de Andalucía, que se situó en el noveno lugar en 2015, cuando las cosas empezaron a cambiar por el pacto del PP y Ciudadanos, pero que en 2022 sigue en el mismo puesto. jmuller@abc.es