Cinco cuestiones a la hora de heredar una casa con hipoteca

1. Cambio de titular. El préstamo pendiente quedaría transferido al heredero, que aceptaría la hipoteca con las mismas condiciones. Solo habría que informar a la entidad financiera para que realizara el cambio en la titularidad, un trámite que no conlleva coste alguno. Lo que sí podría hacer el banco es pedir cierta documentación para verificar la solvencia del nuevo titular o titulares, dado que, por imperativo legal, en la hipoteca deben aparecen todos los herederos.

2. Avalista para siempre. Aunque el titular de una hipoteca fallezca, el avalista de la misma continúa teniendo las mismas obligaciones con respecto al préstamo. Esto significa que el aval sigue vigente aun con los herederos como nuevos titulares. Los herederos serán los primeros en responder ante la deuda pendiente, que se repartirá conforme a los mismos porcentajes.

3. Rechazar la vivienda. Una de las alternativas que tiene el heredero de un piso es, en caso de no querer hacerse cargo de la hipoteca pendiente, rechazar su derecho a la propiedad. Sin embargo, se debe tener en cuenta que rechazar la vivienda hipotecada lleva implícita la negativa a recibir cualquier otro bien incluido en la herencia. De este modo, las herencias se convierten en una especie de todo o nada.

4. Beneficio de inventario. Una de las salidas más comunes es aceptar la herencia a beneficio de inventario. Este movimiento permite al heredero pagar la hipoteca con el resto del patrimonio heredado, sin tener que comprometer sus finanzas. No obstante, cuando no hay más bienes que la propiedad del fallecido y los herederos no quieren el inmueble, lo que se suele hacer es vender la casa, cancelar la hipoteca y los gastos y repartir los beneficios en caso de que los hubiera.

5. Seguro de vida. Aunque no es obligatorio, la suscripción de una hipoteca suele vincularse a la contratación de una póliza de vida. La compañía aseguradora sería la responsable de liquidar la deuda hipotecaria pendiente y dejar la vivienda libre de cargas. El primer beneficiario del seguro es el banco, que recibirá lo que falte por cubrir de la hipoteca. En caso de que exista un sobrante de capital tras la liquidación de la hipoteca, este se entregará al resto de los beneficiarios.