El FROB prepara ya una venta mínima de acciones de Caixabank

Cuando Caixabank absorbió Bankia, el Estado se quedó con un 16% de la entidad resultante. Pero ese número se ha visto revisado al alza a causa de las recompras de acciones que ha hecho el banco -igual que el resto del sector-, que son una manera más allá del dividendo tradicional de remunerar a los accionistas.

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Daniel Caballero

«Una recompra de acciones es una operación financiera en la que una empresa adquiere sus propias acciones en el mercado», señala la propia Caixabank en su blog. El objetivo es reducir el capital social del grupo, lo que hace que aumente el porcentaje de propiedad de cada accionista y también que se incremente el beneficio por título para cada uno.

El banco catalán ha ejecutado varias operaciones de este tipo en los dos últimos años, reduciendo su capital social. Eso ha provocado que el Estado, que es accionista en Caixabank a través del FROB, haya pasado de tener un 16% al 18,1% de la mayor entidad en España por volumen de activos.

El Ejecutivo no quiere sobrepasar ese 18,1%, el cual alcanzó la semana pasada tras amortizar el banco las acciones de la última recompra. Y lo cierto es que en cuestión de varias semanas ese porcentaje volverá a incrementarse ya que el grupo financiero tiene otra operación idéntica en marcha.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ya avanzó a principios de noviembre en una entrevista en 'La Vanguardia' que no superarán ese porcentaje y venderían un paquete en la siguiente recompra de acciones. Ahora, el FROB ya se encuentra trabajando en ese proceso de venta junto a su asesor STJ Advisors, según las fuentes consultadas.

La institución pública aún no tiene definido el importe, el momento ni el instrumento para acometer la venta ya que la decisión no está todavía formalizada. El ministro sí que señaló que entrarían a vender en la próxima recompra -la que hay ahora en marcha-, pero la realidad es que el FROB enajenará su paquete de acciones a mercado, es decir, a cualquier inversor interesado en comprar; no necesariamente esos títulos los recomprará el propio banco.

Una vez el FROB concrete con su asesor cómo será la operación de venta, la decisión final la adoptará la comisión rectora en su versión reducida, que la integran el presidente de la institución, Álvaro López Barceló, y cinco miembros más entre el Ministerio de Hacienda y el de Economía.

Pese a todo, fuentes de mercado apuntan a que la venta podría rondar el 0,2% de Caixabank y suponer un importe de entre 75 y 100 millones de euros, en función del valor de las acciones. Asimismo, será la primera operación de venta que el Estado hace de esta participación desde 2017.

Fue en aquel año cuando se produjo la última enajenación, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy. Entonces se vendió un 7% de Bankia por unos 818 millones de euros.

Así las cosas, Caixabank ha pasado de cotizar a menos de dos euros por acción cuando se anunció la absorción de Bankia a superar ahora los 5,3 euros, lo que da una capitalización bursátil superior a los 39.000 millones de euros.

Esta cifra supone que el 18,1% del Estado está valorado en algo más de 7.000 millones de euros. Y el Gobierno ha expresado en varias ocasiones estos meses que todavía le ven potencial en Bolsa a Caixabank, con lo que queda lejana la posibilidad de que el Estado salga o reduzca considerablemente su participación, como sí están haciendo otros países europeos. En teoría, toda la participación debería estar vendida antes de terminar 2025, aunque ese plazo se puede ampliar.