Correos negocia la salida voluntaria con bajas incentivadas de 7.000 trabajadores

La cifra, que supone alrededor del 15% de la plantilla actual del operador postal del Estado y en torno a la mitad del universo de potenciales beneficiarios del plan de prejubilaciones y salidas voluntarias puesto encima de la mesa por la empresa, que alcanza a los empleados mayores de 61 años y a los que ostentan la condición de funcionarios, no es cerrada.

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Bruno Pérez

Las fuentes consultadas detallan que el perímetro final dependerá, por un lado, de la disposición que muestren los trabajadores a salir de la compañía, ya que el planteamiento de partida es no forzar la salida de ningún empleado y que sean estos los que decidan voluntariamente tomar la decisión de irse; y, por otra, de las condiciones que se acuerden con los sindicatos, ya que los recursos que se podrán destinar a este plan de salidas serán limitados y a mayor compensación menor será el número de empleados que podrán prejubilarse o acordar una salida voluntaria con algún incentivo económico.

El plan de salidas voluntarias para el periodo 2025-2028 incluido en el acuerdo de bases entre Correos y sindicatos prevé la posibilidad de prejubilaciones a partir de los 61 años (por lo que podría alcanzar a trabajadores que hoy tienen hasta 57 años) para trabajadores fijos de la empresa y un programa de excedencias voluntarias incentivadas para el personal funcionario hacia destinos tanto del Ministerio de Transportes, del que depende la empresa, como de otros ministerios.

Según fuentes sindicales, el universo total de potenciales afectados rondaría los 14.000, si bien esas cifras aún no han sido oficializadas por la empresa. De hecho, una de las cosas que solicitó el sindicato UGT en la primera reunión con la empresa fue conocer el número de empleados que cumplen los requisitos edad y años de permanencia en la empresa para poder acogerse al plan de salidas o los criterios de elección que se aplicarán para priorizar salidas en caso de que haya más solicitudes de las esperadas.

El sindicato CC.OO., mayoritario en Correos, pretende negociar una tasa de reposición para evitar que el plan de salidas voluntarias derive en una descapitalización de la compañía. CSIF, por su parte, incide en que el plan ha de ser voluntario. «La flexibilidad no puede estar reñida con la voluntariedad», dicen desde el sindicato.