El valor de la responsabilidad cotiza al alza

Durante la presentación del estudio, sus responsables resaltaron la importancia del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE, en línea con los objetivos europeos en torno al clima y al desarrollo sostenible, y con iniciativas como la Unión de los Mercados de Capitales y el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas. Incentivos al incremento de los ASG en torno a directrices como establecer un lenguaje común sobre lo que es sostenible, crear etiquetas «verdes» para productos de la UE, reforzar la divulgación, instar a las empresas de seguros y de inversión a que asesoren a sus clientes sobre la base de las preferencias de estos en materia de sostenibilidad...

FACTOR DIFERENCIAL

En este contexto, el estudio ha contado con 42 aportaciones de 25 entidades nacionales y 17 de gestoras y propietarios de activos internacionales. Como resultado, se muestra una realidad cambiante. Por ejemplo, desde que se inició el estudio en 2009, como subraya Joaquín Garralda, presidente de la institución, «se ha pasado de estrategias de exclusión o ‘best in class’ a estrategias más sofisticadas que tienen en cuenta detalles más rigurosos de la ASG. Es necesario mejorar el ‘reporting’ para evitar el ‘greenwashing’ (lavado de imagen con la sostenibilidad como pretexto) y que las compañías vean la inversión sostenible como una oportunidad de diferenciación».

Como destaca el presidente de Aseafi (Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero), Fernando Ibáñez, «dentro de la función trascendental de los fondos de inversión en el mercado financiero (máxima cobertura en diversificación de riesgo para el público con poco conocimiento en materia de inversión), destaca el aumento sustancial de las inversiones socialmente responsables (ISR). Con el estratégico apoyo de la Unión Europea al liderar el desarrollo de una economía sostenible con una reorientación de los flujos de capitales hacia inversiones sostenibles que financien la transición hacia la sostenibilidad de las empresas europeas».

Este apoyo europeo se manifestó durante la presentación del estudio de Spainsif con las palabras de Elena Arveras, Policy Officer for Sustainability Reporting en la Comisión Europea: «La futura Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) ayudará a homogeneizar la información en sostenibilidad para que sea más fiable y comparable, y permitirá identificar a los inversores y a la sociedad en general a aquellas empresas que sean más sostenibles».

UN PROPÓSITO GLOBAL

Toda una obligación con la sociedad, como también destaca Teresa Royo, directora de sostenibilidad y buen gobierno de KPMG en España: «Las compañías que no estén preparadas podrán ver depreciados sus activos, tendrán que invertir en adaptar sus procesos productivos o experimentar unos costes adicionales de producción si son dependientes de tecnologías intensivas en carbono. Para que los inversores puedan obtener un mejor retorno ajustado al riesgo, deberán tener esto en cuenta (existen numerosos estudios que indican una correlación positiva entre inversión ASG y rendimiento en los mercados)».

Royo también señala la importancia de que las empresas ofrezcan una cumplida información, «con iniciativas como Carbon Disclosure Project (CDP), la aplicación de las recomendaciones del Task Force on Climate-related Disclosures (TCFD), o a través de sus estados de información no financiera que presentan junto a sus informes de gestión (directiva de información no financiera), aplicable a empresas de interés público y más de 500 empleados (en España, la obligación se extiende a compañías de más de 250 empleados y que, durante dos ejercicios consecutivos, posean activos superiores a 20 millones de euros y una cifra anual de negocios superior a 40)».

La portavoz de KPMG describe, además, los requisitos para un «retrato robot» de la sostenibilidad: «Mitigación del cambio climático, adaptación al mismo, uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos, transición a una economía circular, protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas y prevención de la contaminación».

Desde el punto de vista de las compañías especializadas, en DPAM (Degroof Petercam Asset Management) señalan la importancia de unir sostenibilidad y responsabilidad social con inversión: «Tomamos la decisión, ya hace 20 años, de desarrollar estrategias responsables y sostenibles: cada decisión de inversión conlleva un impacto. Una fuerte convicción reforzada por el comportamiento de los inversores, las decisiones de la sociedad en su conjunto y las actuaciones y avances de los reguladores».

Estos nuevos tiempos requieren, por lo tanto, un continuo flujo de información y comunicación para estar al día, como objetivo crítico para que el ‘track record’, el historial de resultados, esté en línea con los propósitos globales del siglo XXI.

En DPAM, cuentan con activos en estrategias sostenibles como DPAM Invest B Equities Newgems Sustainable, «frente a la crisis actual de la Covid-19, ha demostrado ser un fondo de renta variable troncal en cualquier cartera, resistente y defensivo». Propósito reflejado en la traducción de los conceptos representados en las siglas Newgems: Nanotecnología, Ecología, Bienestar, Generación Z, E-Society, Industria 4.0 y Seguridad.