Pilar González de Frutos (Unespa): «Endurecer los seguros con impuestos perjudica a toda la sociedad»
En un contexto repleto de sobresaltos, también fiscales y regulatorios, la presidenta de la patronal del seguro destaca la capacidad del sector para seguir generando confianza y sumar el impulso de la palanca tecnológica
Nuevos hábitos sociales, el cambio climático, el impacto de la digitalización y la tecnología... Cada vez son más y mayores los riesgos por cubrir para la industria de los seguros. ¿Cómo afrontan este escenario de incertidumbre?
El sector asegurador es la red de seguridad de ... la sociedad. En el siglo XXI han surgido o ganado relevancia nuevas fuentes de incertidumbre. Es lógico que las personas, las empresas y las instituciones miren al seguro ante estos fenómenos, porque puede contribuir a generar confianza. Para ello dispone de la mutualización y la diversificación del riesgo y la experiencia adquirida en la gestión de siniestros.
El desarrollo del entorno digital abre muchas posibilidades a la humanidad: nuevas vías de interacción social, canales comerciales, necesidades… Pero genera también nuevos riesgos (‘malware’, ‘spyware’, ‘ramsonware’, virus informáticos...). El seguro emerge en ese contexto como una red de protección. Pero, para cumplir esta función, necesita ganar experiencia y disponer de información que le permita calibrar la periodicidad, alcance y magnitud de los riesgos digitales. La tecnología nos proporciona cada vez más y mejor información . Pero sus herramientas deben ganarse la confianza de la sociedad y desarrollarse en el marco jurídico adecuado. Uno que no frene la innovación. En este sentido, vemos de forma muy positiva el denominado paquete de finanzas digitales que la Comisión Europea presentó en septiembre.
En el ámbito de fenómenos causados por la naturaleza, la experiencia del seguro es dilatada. En España contamos con una gran institución que permite hacer frente a la mayor parte de estos sucesos: el Consorcio de Compensación de Seguros. A través de un recargo en los seguros más comunes, es posible proteger frente a los llamados riesgos extraordinarios. Para aquellos sucesos de la naturaleza como, por ejemplo, las nevadas, que ahora quedan fuera del ámbito de actuación del Consorcio, está la propia capacidad aseguradora de las entidades.
¿Cómo ha impactado el Covid en el sector?
El sector está estrechamente ligado a la economía y la sociedad española. Así pues, se ha visto impactado de la misma forma que éstas. En todo caso, es importante destacar que el seguro suele entrar unos seis meses más tarde y de forma menos pronunciada en las recesiones y, a la vez, es propenso a salir más tarde que el resto de actores económicos.
El negocio de no vida ha cerrado el año en positivo, con un alza del 1% de su facturación. En el ramo de vida, los ingresos por primas han caído un 21%, un descenso que también es fruto de la situación preexistente de unos tipos de interés bajos. Pese a la caída, las aseguradoras mantienen el ahorro bajo gestión, y esto tiene mucho mérito.
En el ámbito de las prestaciones, es importante destacar el papel de las aseguradoras de salud. Varias entidades han incorporado las pruebas diagnósticas a sus prestaciones. Así, el seguro contribuye a controlar y superar la crisis sanitaria. Su aportación es significativa, puesto que en España hay 11 millones de asegurados de salud. También hay que destacar las acciones promovidas en otros ramos, como la flexibilización del pago de primas, la reducción de su importe en el ejercicio siguiente, la puesta a disposición de nuevos servicios telemáticos, la disposición de líneas de liquidez para proveedores… Estas iniciativas son testimonio del apoyo del seguro a sus clientes y colaboradores.
El año ha comenzado también con una subida fiscal para las primas más comunes. ¿Es un duro golpe para su negocio? ¿Se ha trasladado toda la subida al usuario?
Consideramos que es una medida contraproducente. Endurecer los seguros a través de impuestos es una medida fiscalmente regresiva que perjudica prácticamente a toda la sociedad española . Casi todas las familias y empresas tienen un vehículo o un inmueble que asegurar. Y luego están la responsabilidad civil, los decesos… El IPS se aplica sobre muchos ramos masa y, por tanto, afecta a todo el mundo.
Es un impuesto repercutible sobre las pólizas. Luego cada entidad adopta las medidas comerciales que estima oportunas . Lo que está claro es que la subida no ayuda a la sociedad. Es contraproducente porque hace más difícil protegerse frente a sucesos adversos. Y si menos gente está protegida, la sociedad y la economía serán más vulnerables.
Otra novedad del curso es la reducción de los límites de aportación a los planes de pensiones individuales... ¿Cómo reciben esta medida?
Un sistema de previsión social saludable se fundamenta en tres pilares: la pensión pública, el ahorro generado en el ámbito laboral y el ahorro individual. Limitar severamente uno de estos pilares sobrecarga los otros dos. Considero, pues, una pésima idea haber limitado a 2.000 euros la cuantía a deducir fiscalmente por aportaciones a productos individuales de ahorro para la jubilación. No hay que perder de vista que los sistemas de ahorro colectivo tardan en ponerse en marcha y, todavía más, en madurar y alcanzar velocidad de crucero. Además, hay muchas personas que nunca tendrán acceso a instrumentos de previsión social por razón de su situación laboral. Ese sería el caso de los autónomos, de las personas que se dedican a las tareas domésticas, etc.
«Limitar el ahorro individual en planes de pensiones es una pésima idea, porque sobrecarga a los otros pilares del sistema de previsión»
¿Acelerará la pandemia la digitalización y el pulso innovador del sector?
La pandemia ha obligado a las empresas de todos los sectores a lanzarse a la piscina en materia de digitalización. La declaración del estado de alarma obligó a aplicar en apenas un fin de semana procesos cuya ejecución estaba contemplada de manera gradual para varios años. En nuestro sector, este proceso se ha realizado con éxito y sin incidencias reseñables. Esto ha sido posible gracias a las fortísimas inversiones que, durante años, hemos realizado en tecnología . Ante una prueba tan exigente, creo que hemos estado a la altura de las circunstancias.
¿Cuáles son las grandes tendencias de transformación en las que trabaja el sector?
Las tecnologías basadas en Inteligencia Artificial (IA) son sin duda las que más están revolucionando la operativa. Nuestro sector las utiliza para mejorar la experiencia de sus clientes, como es la propia utilización del seguro (asistentes virtuales), interacciones fluidas (‘frictionless’), experiencia personalizada, recomendaciones en base al perfil, uso del internet de las cosas (IoT)... Asimismo, facilitan conocer mejor al cliente y ofrecerle servicios personalizados. Y permiten identificar, gracias al procesamiento de grandes cantidades de datos, patrones que no serían posibles de conocer por una persona. Por ejemplo, en el diagnóstico de enfermedades en imagen. Estas nuevas tecnologías permiten asimismo desarrollar nuevos modelos de negocio y maximizar la eficiencia de los procesos internos. El ‘blockchain’ también se está utilizando ya en algunos proyectos para intercambiar información, en un entorno seguro y reduciendo costes.
Las aseguradoras tratan de ampliar y flexibilizar su gama de productos para satisfacer con precisión las necesidades de sus potenciales asegurados. Ahí están la aplicación del internet de las cosas en seguros de salud y hogar; la tarificación del seguro del automóvil en función de su uso; los servicios de teleperitación o las videoconsultas médicas... Con el automóvil, afrontamos el reto de los vehículos conectados y autónomos, que cambiarán todo el esquema de aseguramiento.
¿Es una amenaza real el desembarco de las ‘big tech’ en el negocio asegurador?
El seguro es una industria habituada a la competencia. Hasta el momento, las firmas de otros sectores se han focalizado en la distribución de productos, pero no han entrado aún en su diseño o en el aseguramiento de riesgos propiamente dicho. Pero desarrollen la actividad que desarrollen, sí nos gusta destacar que las normas deben ser iguales para todos. El seguro europeo tiene unas normas de referencia que marcan los supervisores, que están ahí para todos y conforman un campo de juego equilibrado. Estas obligaciones son perfectamente compatibles con la innovación.
«El seguro es una industria muy competitiva, pero si llegan nuevos actores, las normas deberían ser iguales para todos»
¿Qué necesita el sector tradicional y el pujante ecosistema ‘insurtech’ para que la innovación cobre un impulso definitivo?
Para avanzar en la digitalización debe existir una legislación neutra desde el punto de vista tecnológico , que promueva la innovación eliminando formalismos innecesarios. La regulación de entornos de prueba ( conocidos como ‘sandbox’ ) es una iniciativa que hemos alentado desde el principio. Es imprescindible contar con un entorno seguro donde los supervisores puedan testar esquemas de negocio basados en tecnologías avanzadas. Para nosotros es muy interesante el ejercicio de simplificación normativa y eliminación de frenos regulatorios a la innovación que esta iniciativa conlleva. Las conclusiones que se obtengan, como establece la ley que lo regula, deberán ser extrapoladas al sector, de forma que el marco regulatorio se adecúe a la nueva realidad.
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