Madrid, la más competitiva fiscalmente; Cataluña, la peor

Junto a Madrid, a la cabeza de este índice se sitúan Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, y Canarias . Justo en el extremo contrario, en el furgón de cola, se encuentran Aragón, Asturias y Cataluña. Esta última es la región con la peor puntuación. El estudio relata cómo Madrid ha logrado hacerse con la primera posición al haber reducido ligeramente su distancia con Vizcaya en el Impuesto sobre la Renta , aunque no se hayan realizado reformas fiscales de calado. Mientras Cataluña destaca como la comunidad con mayor carga fiscal.

Según el informe, el gobierno catalán aplica la mayor carga fiscal a los tramos e impuestos que gestiona, al tiempo que triplica la media de impuestos adicionales propios , registrando el único cambio importante, ya que reduce las bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones y sube hasta dos puntos el tipo marginal del IRPF. Además, Cataluña cuenta con el doble de impuestos autonómicos que las demás comunidades , y este año ha aprobado un nuevo impuesto sobre instalaciones que impacta en el medio ambiente, mientras que el impuesto sobre elementos radio-tóxicos se ha declarado inconstitucional. También ha reducido las bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones y ha subido hasta dos puntos el tipo marginal del IRPF, a lo que se suman «grandes deficiencias» en la estructura del índice del IRPF y en Patrimonio.

Pese a que Cataluña repite un año más como la región menos atractiva en términos fiscales, Navarra es la que más ha retrocedido en la serie histórica (que arranca en 2017), ya que ha perdido siete puestos desde entonces. También destacan las subidas en el ranking de Galicia, Murcia y Canarias . Ante el debate sobre la armonización fiscal, la presidenta de la Fundación, Roxana Nicula, ha rechazado el «ataque sin precedentes» del Gobierno de Pedro Sánchez contra la «libertad» en materia fiscal, tras el acuerdo con ERC para la armonización fiscal a cambio de su apoyo a los Presupuestos, y ha destacado cómo los nacionalistas han llevado la presión fiscal de la región hasta extremos «insoportables».