Room Mate, la cadena hotelera de Kike Sarasola, solicita el concurso de acreedores

La hotelera, que recibió la negativa del Gobierno para ser rescatada hace pocas semanas, asegura que el concurso afecta exclusivamente a la sociedad Room Mate S.A y no al resto de sociedades del grupo. «La cadena hotelera aborda así este procedimiento con el objetivo de garantizar la viabilidad y continuidad de su actividad empresarial, el servicio a sus clientes y el futuro de sus trabajadores y proveedores».

De esta manera, busca acogerse a las nuevas vías que ofrece la última reforma de la ley concursal para afrontar con mayores garantías y en las mejores condiciones la venta de su unidad productiva. Room Mate se ha visto fuertemente golpeada por la grave pandemia y por los litigios judiciales que mantiene la accionista Sandra Ortega con los bancos financiadores de Room Mate .

Con todo, asegura que durante el tiempo que dure el proceso concursal, «la actividad de la cadena hotelera continuará desarrollándose con plena normalidad», transmitiendo un mensaje de tranquilidad a clientes, proveedores, y trabajadores. «Los hoteles seguirán funcionando, las reservas están garantizadas y los servicios se prestarán con los mismos niveles de calidad que caracterizan a Room Mate. El objetivo prioritario de la firma ha sido y es ofrecer el mejor servicio a sus clientes, siempre».

Lo cierto es que este era un movimiento esperado. La cadena llevaba meses negociando su venta con varios fondos de inversión, como ya adelantó este periódico, ante el inminente desenlace que ha confirmado este viernes. Hasta hace pocas semanas, el más adelantado era el estadounidense Angelo Gordon , una gestora estadounidense especializada en capital riesgo. Aunque por el momento, la cadena hotelera sigue sin revelar la identidad del inversor que ha presentado la oferta en firme.

La hotelera de Kike Sarasola decide dar este paso ante la negativa de ser apoyada por el Fondo de Apoyo a la Solvencia para Empresas Estratégicas que gestiona la SEPI . Room Mate pidió el año pasado más de 50 millones al mecanismo que ha rescatado a otras empresas del sector como Hotusa y Hesperia , pero el holding público decidió finalmente declinar la operación.

Ese era el último cartucho para salvar la muy delicada situación financiera de Room Mate. Los problemas de tesorería llegaban hasta el punto de que su accionista más relevante, el fondo Rosp Corunna, propiedad de Sandra Ortega (segunda máxima accionista de Inditex), mandó el mes pasado a la compañía el aviso de desahucio en dos hoteles que la gestora tiene alquilados a Room Mate en Nueva York y Miami .