El Gobierno busca impulsar un Imserso Europeo, con el turismo en pie de guerra por la «ruina» del español

Un planteamiento que, sin embargo, llega en paralelo a la disputa que mantiene con el sector turístico, que sigue denunciado un abandono del programa en España, con cuyas condiciones se muestran cada año más desencantados, y que además sufrió un notable recorte de plazas en la última convocatoria. Hasta el punto de que el T ribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales paralizó de forma cautelar los pliegos del programa el pasado verano tras el recurso de las hoteleras valencianas que alegaron que «vulneraban la ley de contratos de la administración pública» al entender que los precios ofertados por el M inisterio de Derechos Sociales estaban por debajo de los precios de coste por pernoctación, además de la exclusión de los hoteles de tres estrellas en los requisitos de acceso.

Con la aparición de Ómicron como añadido, los primeros viajeros del Imserso no llegaron hasta hace poco más de un mes, con la temporada baja ya agonizando y en pleno desboque inflacionista, lo que ya provoca que las hoteleras estén trabajando a pérdidas con los turistas beneficiados por el programa. La voz de alarma la lanzó la semana pasada la Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunidad Valenciana (Hosbec) que pidió al Gobierno por la vía urgente que se incluyera al programa Imserso de Vacaciones entre su paquete de medidas para hacer frente al incremento de costes por la guerra de Ucrania. Según la patronal valenciana, producir una pernoctación hotelera cuesta ya un 20% más debido al encarecimiento de la energía, de los alimentos y las revisiones que se han tenido que hacer en los convenios colectivos del sector por la reforma laboral . Por lo que calculan que el punto muerto por pernoctación (ni pérdidas ni beneficio) se encuentra entre los 32 y los 40 euros, casi el doble de la retribución que reciben por pernoctación, alrededor de 22 euros, «mediante un sistema de adjudicación que prima las ofertas a la baja pero obliga a trabajar con hoteles de cuatro estrellas», lamentan los hoteleros valencianos. «Si este programa antes era una ruina, ahora es técnica y económicamente inviable» denuncia el presidente de Hosbec, Toni Mayor.

Porque antes de la pandemia, la situación de déficit de estos viajes no era distinta, con las pernoctaciones un 25% por debajo de costes, según denuncia la patronal. A finales de 2020, los cálculos de las hoteleras situaban el coste de producir una pernoctación del Imserso entre 27 y 33 euros de media, 27 euros solo de coste operativo de producción, que se eleva a 33 euros si se tiene en cuenta los costes de estructura ( IBI, hipotecas, alquileres, préstamos, etc ). En cualquier caso, las hoteleras siguen pidiendo reformas para un programa que consideran vital para mantener la demanda turística en temporada baja y que genera 12.000 empleos directos y 85.000 indirectos cada año.

Del mismo modo se expresan las agencias de viajes, las encargadas de comercializar los paquetes, que aunque han visto mejorada su retribución entre un 9 y un 12% con el último programa, también ven repercusión en sus márgenes por la escalada de precios. Por ello, para el presidente de la Confederacion Española De Agencias De Viajes (CEAV), Carlos Garrido , es fundamental «reformular el proyecto», que aunque cree que es un producto esencial para el conjunto del sector, «necesita ciertas modificaciones en la manera de hacer itinerarios, ofertas de valor, productos, duración, y, por supuesto, retribución». Una opinión que comparte la gerente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave), Catiana Tur , que insta al Gobierno a mejorar el programa nacional antes de dar el salto europeo. «Nos debe servir para arreglar el nuestro, y que luego funcione a nivel Europa. Si la remuneración no es justa quien acaba haciendo el papel subvencionador es la empresa privada» asevera Tur.