Filomena, ¿la puntilla para la economía española?

Pero ¿qué impacto económico tendrá Filomena en la economía? ¿Pondrán en jaque la recuperación? ¿Qué efectos puede tener para el empleo? «El impacto económico del temporal es negativo sobre la actividad pero su estimación última depende de su duración e intensidad», explican desde CEOE a ABC. «Los costes principales son, por un lado, los de los posibles daños materiales sobre las infraestructuras y activos privados y, por el otro, la parte de la actividad que deja de hacerse y no se recupera», puntualizan.

Los analistas de Tressis sí que han puesto ya cifra al impacto y calculan que el nuevo parón se puede comer hasta tres décimas de PIB este año , siempre que los problemas logísticos asociados a Filomena se alarguen durante todo el mes de enero. «El PIB de 2021 quedaría en un rebote del 4,3% frente al 4,7% estimado anteriormente», avanza Daniel Lacalle, su economista jefe. «Considerando el impacto que tiene el temporal en cuanto a cierre de comercios, paros en industrias y disrupción en los canales de transmisión, Filomena puede llegar a quitar un 0,5% de la recuperación del primer trimestre», remarca Lacalle.

El problema, apunta Lacalle, «no es solo la nieve», sino que llueve sobre mojado para muchas industrias. «Desafortunadamente el impacto negativo se amplifica porque contamos con una mala base de partida . Si los problemas logísticos no logran solventarse antes de que termine el mes de enero, el crecimiento en el primer mes del año puede llegar a ser del 0%», remarca el economista y asesor económico del PP.

En esta misma línea apuntan los empresarios de Madrid, que piden ayudas directas y urgentes para mitigar los dramáticos efectos de Filomena. «El temporal está generando cuantiosas pérdidas a empresas y autónomos, la mayor parte de ellos ya en una situación extrema», por lo que solicitan «ayudas directas urgentes que mitiguen las pérdidas y que permitan salvar de la ruina a las empresas y autónomos, y sostener el mayor número de empleos posibles», ha dicho Ceim en un comunicado.

La patronal madrileña señala que «la paralización de la movilidad está dificultando el abastecimiento y penalizando muchos de los envíos previstos para estos días». Y subraya la difícil situación que atraviesa el comercio: «Se han paralizado casi al 100% las ventas previstas de los comercios durante el fin de semana de mayor concentración de ventas en el año que es el primer fin de semana de rebajas, cuyas ventas difícilmente se van a recuperar en las próximas semanas».

Si hay que sacar algo positivo de este nuevo «mini confinamiento» es que el mercado laboral ha desarrollado en tiempo récord el teletrabajo, lo que aminora en parte la paralización. «El hecho de que nuestra economía se haya adaptado a funcionar en teletrabajo en principio va a reducir los costes de actividad y empleo del temporal», afirman desde la patronal. Desde CEOE, no obstante, insisten en el doble impacto que van a sufrir algunos sectores, porque la nieve parece estar cebándose en buena medida con los mismos que han tenido mayores pérdidas por la pandemia, como el transporte, la hostelería y el turismo.

Estos sectores ya llevan su cruz por la pandemia. Los confinamientos y restricciones están complicando la remontada de unas actividades clave para la economía. En noviembre, justo cuando la mayoría de las comunidades decretaron restricciones severas para paliar la situación sanitaria, nuestro país recibió tan solo 456.496 turistas internacionales, según los datos del INE. El impacto de la pandemia en el primer sector de la economía española es considerable. Como informó ABC, desde el sector calculan que en total se perderán más de 106.000 millones de euros de PIB turístico. Esperan que 2021, a pesar de la llegada de la vacuna, tan solo sea un año de transición y que no llegue la recuperación hasta al menos bien entrado 2022.

El impacto en el empleo ahora es lo más temido después de un año negro para el mercado laboral . Este despidió 2020 mostrando más síntomas de debilidad. Apenas creció la afiliación y el paro subió por primera vez en un mes de diciembre desde el año 2009. A lo largo del ejercicio se perdieron 360.000 afiliados a la Seguridad Social. Un desplome que hubiese sido mucho peor sin los ERTE que han logrado contener el hundimiento del mercado laboral durante la crisis. Hoy más de 750.000 trabajadores siguen bajo el paraguas de esta figura flexible y los efectos de una tercera ola hacen templar a trabajadores y empresas, muy pendientes del desenlace de las negociaciones que mantienen el Gobierno y los agentes sociales para ampliarlos más allá del 31.