El Estado tiene en sus manos por primera vez más de la mitad de la deuda autonómica

Desde 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy puso en marcha el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el Plan de Pago a Proveedores, que habilitaba préstamos a bajo coste para auxiliar a comunidades y ayuntamientos. El FLA permitía dar liquidez a las regiones, ya que por entonces casi todas tenían los mercados cerrados y algunas estaban al borde de la quiebra, para que así pudieran seguir pagando los servicios públicos básicos. Poco a poco, esta herramienta extraordinaria se ha convertido en estructural , de forma que ahora el Estado financia los déficit de las comunidades y se endeuda en nombre de todas las regiones. Esta función de prestamista a las autonomías continuará hasta que se aborde la reforma de la financiación territorial el próximo año.

Pese a ello, las comunidades lograron el pasado trimestre reducir su deuda al 24,6% del PIB, tres décimas menos que en el anterior periodo en lo que supone el primer recorte del pasivo autonómico en su dato trimestral desde septiembre de 2007. En importe, la deuda también adelgazó en 4.943 millones en estos tres meses.

Al ver cómo se portaron con sus acreedores, las comunidades redujeron su deuda con la banca en 4.573 millones hasta los 50.288 millones, pero engordaron lo que deben al Estado en 3.315 millones en estos tres meses.

La Autoridad Fiscal ha recomendado en varias ocasiones desmontar poco a poco los mecanismos extraordinarios de financiación, para ir retirando el apoyo financiero del Estado a las autonomías. De lo contrario, se crea un incentivo perverso para que las comunidades no reduzcan el déficit todo lo que podrían, al contar con financiación barata.

Al analizar el conjunto de la deuda de las administraciones, ésta sigue volando por encima del 100% del PIB al alcanzar los 1,107 billones de euros , es decir, el 100,3% del conjunto de la economía española. La deuda aumentó en dinero contante y sonante durante el verano en 4.943 millones. Sin embargo, al compararlo en porcentaje del PIB, se redujo en siete décimas entre junio y septiembre, ya que la economía creció a mayor ritmo que el pasivo público. Pese a que en los primeros nueve meses del año el Gobierno estaba en funciones, la deuda de las administraciones aumentó en 35.207 millones de euros .

El objetivo del Gobierno es reducir la deuda desde el 99,8% del PIB en el que cerró el año pasado hasta el 99,4% en 2016 , por lo que el pasivo continúa por encima de la meta fijada. El dato mensual de deuda depende del calendario de vencimientos y emisiones de títulos del Tesoro, por lo que aunque el pasivo supere su objetivo anual, ello no quiere decir que lo vaya a incumplir.

De hecho, Economía aceleró las colocaciones de deuda este año para aprovechar el entorno de bajos tipos de interés, por lo que previsiblemente en los últimos meses del año, la ratio comenzará a bajar. El plan del Gobierno es que a medida que la economía vaya creciendo y el déficit se reduzca, el nivel de deuda irá perdiendo peso en los próximos años.

El Estado (que debe un 87,4% del PIB) fue la única administración que aumentó su deuda en verano, mientras que ayuntamientos (3,12%) y comunidades la bajaron. Por regiones, solo Cantabria elevó su deuda en porcentaje del PIB entre junio y septiembre aunque en importe la engordaron también Baleares , Canarias , Castilla-La Mancha , Cataluña , Madrid y Valencia . Esta última es la que tiene más deuda pública al compararla con el tamaño de su economía, con un 41,6% del PIB (43.194 millones), si bien en importe es Cataluña la que más conjuga el verbo deber, con 74.400 millones de pasivo que representan un 35,6% de su PIB. Al otro lado, las más saneadas son Madrid (14,2% del PIB) y País Vasco (15,2%).