La espiral de precios anticipa una factura récord de 10.000 millones en subida de pensiones

Cuando el Pacto de Toledo encargó al ministro Escrivá que la reforma de pensiones ligara de nuevo la nómina de los jubilados a los precios, la Comisión Europea avisó de que hacerlo de forma permanente compromete la sostenibilidad del sistema a medio y largo plazo, al tiempo que alertó de que la decisión favorecería, sin medidas compensatorias, a los pensionistas actuales en detrimento de las nuevas generaciones. Fue a finales de 2018. Nadie podía sospechar entonces que la espiral de los precios de la energía provocarían pocos años después un rebote de la inflación sin precedentes en décadas, cuyo impacto en la revalorización de las nóminas puede ser histórico.

Casas de análisis y expertos sitúan la inflación media en 2022, la que se usará para revalorizar las pensiones el año próximo, entre el 6% y el 7%. Teniendo en cuenta que cada punto de inflación costará a las arcas públicas unos 1.500 millones, la factura total para el sistema escalará hasta el entorno de los 10.000 millones. De confirmarse este escenario la partida de las pensiones volverá a ser la más elevada del Presupuesto con un gasto que escalaría al récord de 180.000 millones, una cifra inédita en el escenario de la Seguridad Social. Este ejercicio el desembolso alcanzó los 170.494 millones.

Evolución del IPC y las nóminas

Variaciación anual en %

9,8

(marzo)

Remuneración media por asalariado

Variación media del IPC

Pensiones

6,5

(Inflación media diciembre

2020-noviembre 2021)

Paguilla compensatoria del 1,6%

2,5

2,3

2,0

1,8

1,9

1,9

1,6

1,6

1,6

1,5

1,47

0,9

0,9

0,8

0,25

0,25

0,25

0,25

0,1

0,14

-0,2

-0,2

-0,3

-0,5

-0,5

2014

2015

2016

2017

2018

2019

2020

2021

2022

Fuente: INE, Seguridad Social, Programa

de Estabilidad y Funcas / ABC

Evolución del IPC

y las nóminas

Variaciación anual en %

Remuneración media por asalariado

Variación media del IPC

Pensiones

0,1

2014

-0,2

0,25

1,6

2015

-0,5

0,25

-0,3

2016

-0,2

0,25

0,14

2,0

2017

0,25

1,5

1,8

2018

1,6

1,9

(Inflación media

diciembre 2020-

noviembre 2021)

Paguilla

compensatoria

del 1,6%

0,8

2019

1,6

1,9

2020

-0,5

0,9

1,47

6,5

2021

0,9

2,3

2022

9,8

(marzo)

2,5

Fuente: INE, Seguridad Social, Programa

de Estabilidad y Funcas / ABC

Esta escalada se produce además cuando no queda ni rastro en la legislación de fórmulas de ajuste del gasto. Cuando en la primera parte de la reforma de pensiones, la más ‘light’, el Gobierno eliminó el factor de sostenibilidad las autoridades europeas avisaron de que tendría que buscar una fórmula alternativa, que el Ejecutivo llamó mecanismo de equidad intergeneracional. Esta figura, sin embargo, se materializó en una subida del 0,6% en las cotizaciones desde 2023 y en diez años para poder afrontar las pensiones de los ‘boomers’ . El hachazo fue acordado solo con los sindicatos y fue muy criticado por el mundo académico que entendió que era una medida que no mejora la sostenibilidad y, además, perjudica a los jóvenes.

Este escenario llena de preocupación a Europa y lo hace en un momento muy delicado, en el que España negocia la llegada de un nuevo tramo de 12.000 millones, unos fondos que están condicionados a la puesta en marcha de las reformas laboral y de pensiones. Esta última será analizada por Bruselas en uno de los peores momentos y cuando está pendiente la segunda parte de cambios, los más duros, en los que se esperan las medidas de fuerte impacto en el gasto, como aumentar los años que se tienen en cuenta para calcular las jubilaciones.

Al igual que Bruselas son muchos los organismos y servicios de estudios los que han avisado del coste que supondrá para la economía utilizar los precios para revalorizar las pensiones, uno de ellos el Banco de España. La entidad que dirige Pablo Hernández de Cos nunca ha compartido la fórmula de ligar las pensiones con el IPC, salvo para las mínimas, pero ahora la preocupación del organismo ha subido de tono por entender que supondría daños para la economía en un momento crítico.

Son varios los expertos que recomiendan que todos los sueldos, incluidas las pensiones, formen parte de un pacto de rentas para evitar los efectos de la segunda ronda. Uno de ellos es José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos de Análisis Económico y subdirector de Fedea , que en declaraciones a ABC abogó por «incluir salarios, pensiones y márgenes empresariales en un pacto de rentas» para evitar los efectos de segunda ronda.

En esta línea se pronunció también Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE) . Aseguraba a este diario que «la prioridad máxima no puede ser otra que evitar espirales de precios y salarios, a lo que podría ayudar un pacto entre los agentes sociales para evitar cualquier tipo de indiciación».

destaca que «el efecto de la inflación va a conllevar que este año los pensionistas sufran una pérdida de poder adquisitivo» y aboga por «recortar el gasto público y no hay ni un solo guiño por parte del Gobierno. Nos enfrentamos a un incremento de presión fiscal y de precios, y los más perjudicados serán las rentas bajas».

Desde el Ministerio de Seguridad Social se asegura a este periódico que la hoja de ruta con la revalorización de las pensiones se va a mantener después de recordar que ligar las nóminas de los jubilados a los precios fue una de las medidas acordadas con los agentes sociales y aprobada por unanimidad en el Pacto de Toledo, además de recordar el fuerte impulso que están teniendo los ingresos por cotizaciones. En 2021 la Seguridad Social cerró con unos números rojos de casi 12.000 millones, lo que permitió que el déficit del sistema quedará por primera vez desde 2013 por debajo del 1% del PIB. Y ello fue posible por un aumento del 10% en las cotizaciones y por el rescate del Estado al sistema, de más de 36.000 millones, para pagar gastos impropios.

«El poder adquisitivo de los pensionistas está absolutamente garantizado. Sea cual sea la inflación, la revalorización se realizará con el IPC, tal y como nos pidieron casi unánimemente los grupos del Pacto de Toledo y se acordó con los agentes sociales», ha asegurado el ministro Escrivá .

La reforma de las pensiones enviada a Bruselas puso fin a las pagas compensatorias que recibían los pensionistas para hacer frente a las desviaciones de los precios y fija una revalorización automática en función del IPC medio del año. Este se calcula sumando el IPC anual entre el mes de diciembre y el de noviembre y dividiendo dicha cifra por 12. El año pasado dicho cálculo dio por resultado el 2,5%, porcentaje en el que han subido las pensiones este ejercicio más una paga del 1,6% para compensar el alza de los precios.