Con dos millones de euros por barba

El caso es que el año pasado ya se vio un bajón significativo en cuanto a público. El interés bajó mucho. Claro que no se celebró en el puente de la Hispanidad. La regata hasta 2022 había costado 100 mil euros, 50 mil en 2021 y 50 mil en 2022. Pero en 2023 saltó la sorpresa. Nada menos que el ayuntamiento gaditano se encontró en los cajones un contrato firmado por el anterior alcalde, José María González Santos, alias «Kichi» en el que se comprometía a pagar un millón de euros en 2023 y otro millón en 2025, por lo que se descubrió que el circuito se asentaba en Cádiz durante dos años más si se pagaba la cantidad.

En un principio, el nuevo gobierno de la ciudad con Bruno García, su alcalde al frente tuvo muchas dudas en desembolsar esa cantidad, que habían desempolvado de un cajón, pero ante las amenazas de que el evento se trasladara a Barcelona o a Valencia, el alcalde claudicó y estiró el presupuesto para poder pagar.

Para 2025 se hará efectivo el pago repartido en tres. Una parte del Ayuntamiento, otra de la Diputación y otra de la Comunidad, por lo que Cádiz lo tendrá más fácil para pagar.

Yo me pregunto: ¿es rentable un evento así en una ciudad donde reina el paro? Ellos, Sail GP, dirán que el evento ha supuestos no sé cuántos miles de millones de retorno, pero esa no es la verdad y las cifras están muy infladas.

Parece últimamente que España es un chollo para pagar eventos con dinero público que podría estar destinado a otras cosas mucho más importantes. Entre la Copa América de Barcelona, que pagamos todos los españoles, el evento de Sail GP de Cádiz, que también pagamos todos los españoles, las paguitas que concede el Gobierno de Sánchez Castejón, la sanidad universal esa que es para todo el que pone los pies en España, las subvenciones a alguno colectivos y el presupuesto de algunos ministerios, España adeuda en estos momentos más de un billón con «b» de euros.

Me gusta que Cádiz se gaste dos millones de euros en nuestro deporte, pero con esos dos millones de euros ¿cuántos regatistas andaluces podrían aportar al equipo olímpico? ¿Cuántos niños podrían disfrutar de la práctica de la vela?

Piénselo, señor Bruno García y no tire el dinero de esta manera, que España no está para despilfarros.