La tenista Peng Shuai retira sus acusaciones de abusos sexuales

« Nunca he dicho o escrito que alguien haya abusado de mí . Quiero enfatizar esta cuestión. Respecto a [la publicación en] Weibo, es un tema privado. Parece que ha habido mucha malinterpretación por parte del público». Así se ha expresado Peng en una entrevista concedida a 'Lianhe Zhaobao', el periódico en mandarín líder de Singapur, durante un evento deportivo celebrado el domingo en Shanghái.

Una red social donde la tenista acumula más de medio millón de seguidores no encaja en dicha delimitación entre lo público y lo privado. Tampoco estas palabras con el tono del texto original, lo que ha generado mucha especulación sobre su voluntariedad. «Sé que alguien de tu prestigio, viceprimer ministro Zhang Gaoli, no tendrá miedo. Pero, incluso aunque sea una pequeña piedra estrellándome contra una roca o una polilla atacando las llamas y jugando con mi propia destrucción, diré la verdad sobre ti», escribió la tenista en noviembre, una publicación censurada en menos de media hora y borrada de la red junto a cualquier mención a su nombre.

«Me llevaste a tu casa y me obligaste a mantener relaciones. (...) Esa tarde no di mi consentimiento y no pude dejar de llorar». En aquellas líneas, Peng narraba cómo fue forzada por Zhang Gaoli , hoy retirado pero entonces uno de los hombres fuertes del régimen, a mantener una relación que se extendió a lo largo de varios años. Ella, ganadora en dobles de Wimbledon y Roland Garros, había saltado a la fama en 2014 al convertirse en la primera tenista china en alzarse con el número uno del mundo en esta disciplina.

A esta publicación le siguió, tras dos semanas sin noticias sobre el paradero de la tenista, una campaña de protesta internacional a la que se sumaron algunos de los deportistas más famosos del mundo como Gerard Piqué o Serena Williams.

Los medios oficiales chinos, que en ningún momento han informado sobre las denuncias de Peng, comenzaron entonces a compartir en redes sociales supuestas pruebas de su bienestar , entre ellas un burdo correo electrónico publicado por la televisión CGTN –en el que se veía el cursor del procesador de textos– que Peng habría enviado a Peter Simon, presidente de la Asociación Femenina de Tenis –WTA, por sus siglas en inglés–asegurando que «simplemente he estado descansando en casa y todo está bien».

La deportista ha defendido que este correo fue escrito, en efecto, por ella. Dado su bajo nivel de inglés, ha argumentado, lo redactó en chino y lo que CGTN reveló fue una traducción fidedigna. A partir de ese momento comenzó una serie de apariciones orquestadas , incluyendo dos videollamadas a puerta cerrada con el Comité Olímpico Internacional , hasta llegar a este último encuentro mediático.

Ninguno de estos gestos ha convencido a la WTA, que a principios de diciembre decidió suspender todos sus torneos en China ante la imposibilidad de garantizar la seguridad de las deportistas participantes. «Es una buena noticia ver de nuevo a Peng Shuai en un entorno público y desde luego esperamos que esté bien», ha manifestado el organismo a través de un comunicado. Sin embargo: «Como hemos repetido en ocasiones, estas apariciones no alivian ni tratan las importantes preocupaciones de la WTA sobre su bienestar y su capacidad de comunicarse sin censura o coacción».