La revolución de los debutantes

El estadounidense, de 20 años y 213, sigue batallando en los torneos challenger y nunca había ganado en el cuedro final de un torneo ATP. Antes que este Roland Garros, solo había disfrutado de la oportunidad den el ATP 250 de Nueva York en 2018 tras coronarse en el Abierto de Australia júnior, y en este 2020, el Masters 1.000 de Cincinnati y el US Open gracias a una invitación. Ya en París, donde su padre fue finalista en 1992, ha doblegado a Andreas Seppi, John Isner y Pedro Martínez Portero antes de cruzarse hoy con su ídolo Nadal, por quien bautizó a su gato 'Rafa'. Todo lo que venga es sumar aprendizaje y experiencias irrepetibles.

El italiano fue antes campeón de eslalom de esquí de su país en 2008 que tenista. Pero con 19 años, ya ha demostrado que no se le da mal tampoco la raqueta. Es el más joven del cuadro masculino en París y en su primera incursión en el Grand Slam francés, y tras superar la fase previa, dio buena cuenta de David Goffin, Benjamin Bonzi y Federico Coria en el cuadro final. Sin dejarse ningún set por el camino. Hoy se mide, en un examen de nivel, con Alexander Zverev. Es el número 75 del mundo.

El alemán de 22 años ya ha cosechado más botín económico en estos tres primeros triunfos de lo que había ganado en toda su carrera anterior. Antes de París sumaba solo dos victorias en el circuito ATP; ya lleva tres en el cuadro final de un Grand Slam, el primero de su vida. Y venciendo a rivales de la talla de Feliciano López, Jan-Leonnard Struff y Matteo Berrettini. Es el 186 del mundo. Y seguidor del Real Madrid.

Sin olvidar al jugador de Toulouse, 20 años y 239 del mundo, ídolo local que eliminó al campeón de 2015 Stan Wawrinka. Ha llegado a París con una invitación de su federación y es la última esperanza francesa. Tiene el récord de ser el jugador con ranking más bajo en alcanzar los octavos de Roland Garros desde Arnaud di Pasquale (283) en 2002. Eso sí, se ha citado con Dominic Thiem en la lucha por los cuartos de final.