Un récord estratosférico: el chaval de 16 años que borra las huellas de Bolt

Nacido en Sudán del Sur, con una estatura de 1,88, el joven Gout ha vuelto a invadir las redes sociales este fin de semana. No es habitual que unos campeonatos escolares de atletismo generen grandes titulares de prensa, pero lo sucedido en Brisbane (ciudad que acogerá los Juegos Olímpicos en 2032) ha excedido lo imaginable. Con la camiseta granate del estado de Queensland (corría en casa), el joven talento protagonizó una carrera de 200 metros en progresión y, con una recta final espectacular en la que sus rivales parecían retroceder, detuvo el cronómetro en 20.04. Nuevo récord del mundo para atletas de 16 años al borrar los 20.13 de… ¡Usain Bolt!

Las comparaciones con Bolt son inevitables. Al igual que la estrella jamaicana, Gout es un velocista espigado y dotado de una zancada fácil y larga, que tarda en entrar en acción y, cuando lo hace, fluye con una facilidad natural. En la carrera del récord, el nuevo plusmarquista (que ha batido además el récord australiano absoluto, la mítica plusmarca establecida por Norman en México 68) ni siquiera iba en cabeza en el ecuador de la prueba. En ese instante alcanzó su máxima potencia y comenzó a alejarse de sus rivales hasta aventajarlos en más de 10 metros en la línea de meta. Su aspecto longilíneo, la delgadez de sus piernas, incluso el aspecto de su zancada recuerdan mucho a Usain Bolt, uno de esos escasos talentos precoces que con los años son capaces de alcanzar la máxima expresión de su calidad atlética.

«Es el rey de la inercia». Así resume Manolo Carballo para ABC las características del nuevo prodigio australiano. El que fuera el primer gran velocista español (hace medio siglo) señala que «cuando Gout tenga más edad y por tanto más fuerza, dominará la fase de aceleración y logrará una marca disparatada. Corre lanzado como nadie: domina la inercia».

El mayor defecto actual de Gout se encuentra en su salida. El velocista de Queensland regala habitualmente un metro a sus rivales en las primeras zancadas y tarda varios segundos en igualarse con ellos. Cuando lo consigue, los reduce a cenizas en pocos instantes, con una progresión brutal y una sorprendente sensación de falta de esfuerzo. Esta dificultad para afrontar los primeros metros es la que lo sitúa de forma preferente como un especialista de 200 ¡e incluso de 400 metros! Sabido es que Bolt, muy dotado para la vuelta a la pista, nunca quería correr 400 metros. «El entrenamiento para esa distancia es muy duro», solía bromear Usain.

La realidad es que si realmente Gout aspira a emular a la leyenda jamaicana, es decir, dominar también los 100 metros, la distancia reina del deporte, deberá mejorar mucho la salida. Este fin de semana el australiano logró también un crono de 10.17, también espectacular para su edad pero de inferior calidad a los 20.04 logrados en el doble hectómetro.

¿Cuál es el futuro de Gout? El destino parece escrito para él porque los Juegos de Brisbane le llegarán a los 24 años, una edad idónea para un velocista. Antes tendrá los Mundiales de Tokio, dentro de nueve meses y en 2028, los Juegos Olímpicos de los Ángeles. Con permiso del botsuano Tebogo, de 21 años, el futuro de la velocidad está en sus piernas.