Nico Paz, el flechazo de Ancelotti

Nico Paz nació en Tenerife el 8 de septiembre de 2004. Allí jugó su padre, Pablo, exfutbolista profesional que ejercía de defensa y militó también en Newell's, Banfield e Independiente, además de hacerlo en un buen número de equipo españoles, como es el caso del club chicharrero, donde más relevancia tuvo a nivel deportivo y formó su actual familia. Con Argentina, logró disputar el Mundial de Francia (1998) y ganó la medalla de plata en los Juegos de Atlanta (1996).

Éxitos que espera superar el joven Nico, «un chico tranquilo, educado y trabajador» que llegó al Real Madrid con 13 años, para ingresar en el Infantil B, procedente de la cantera del CD Tenerife. Allí ya destacaba por su peculiar conducción del balón, su corpulencia, su buen físico y su habilidad. A todo ello le une una virtud que hoy escasea en las nuevas generaciones: «Nico escucha, escucha y escucha. Y sus pies siempre están sobre la tierra», detallan en el Madrid.

El joven mediocentro, que se desenvuelve como interior, tiene un cañón en su pierna izquierda, como demostró el martes, y es un fiel creyente de la cantera y del trabajo que hace el Madrid en la Fábrica. Su mensaje tras el partido ante el Nápoles no fue un brindis al sol. Si él pudo vivir una noche así, muchos otros también lo tienen en su mano.

En estos siete años y medio en Valdebebas ha sido diferencial en todos los equipos en lo que ha jugado, como le sucedió con el Juvenil de Arbeloa que la pasada temporada conquistó el triplete. Este curso, combina dinámica del primer equipo con el Castilla, donde Raúl también le ha dado los galones que se ha ganado con la misma receta que ha enamorado a Ancelotti: «Es un futbolista para el futuro del Madrid».

Carletto no es un entrenador que suela regalar piropos a los canteranos, pero en el caso de Nico Paz el hechizo es absoluto. Tiene un feeling especial con el chaval, al que ya se llevó a la gira de pretemporada por Estados Unidos, teniendo minutos ante el Milan y el Manchester United. Las numerosas bajas del primer equipo le han dado la oportunidad de debutar en Liga y Champions, y de afianzar una relación especial con el resto de sus compañeros. El vestuario del primer equipo le adora. Ahí está la efusiva celebración de Rudiger o la confesión pública de Kroos en Estados Unidos: «Es buenísimo, debería entrenarse siempre con nosotros».

Tan bueno que resulta incomprensible que Nico Paz haya elegido jugar con la selección de Argentina sin ni siquiera generarle la duda de por qué no hacerlo con España, que no deja de ser el país donde ha nacido y se ha criado. Conforme iba quemando etapa en La Fábrica, al Madrid y al propio jugador les sorprendía que nunca fuera llamado para los distintos equipos base de la selección. «Y 0 convocatorias con las categorías inferiores de España», escribió Arbeloa en 2022, como respuesta a un tuit en el que se enumeraban las brillantes estadísticas de Paz.

El olvido de España fue aprovechado por Argentina, necesitado de talento en el centro del campo. En mayo de 2022, Nico Paz fue llamado por primera vez por la sub-20 de la albiceleste, dirigida por Mascherano. También Scaloni ha contado con él para entrenamientos con la absoluta, como los previos a la disputa del Mundial de Qatar. De ahí tiene una foto con Messi que luce con orgullo en su cuenta de Instagram, que ya va camino del millón de seguidores.

En enero de este año, Nico disputó el Sudamericano sub-20 y en este último parón viajó a Japón con la sub-23 para jugar dos amistosos preparatorios para el preolímpico del mes de enero. Torneo que no tiene asegurada la presencia de Nico. Su disputa le haría perderse casi un mes de competición con el Real Madrid, y con elevado número de lesiones su presencia es más necesaria que nunca,

Su protagonismo con las inferiores de Argentina, más el deseo de seguir los pasos de su padre, hacen pensar que la decisión está totalmente tomada, pero la realidad legal es que hasta que Nico Paz no juegue tres partidos con la absoluta de Argentina, seguirá siendo convocable por España. Otra cosa es que si la Federación toca por fin su puerta, lo normal es que regrese de vacío.