Ni siquiera un título mundial pudo curar la fobia de Ángel Nieto al número 13

Hace 40 años –39 para ser precisos–, el vocablo «viral» era un mero adjetivo con un significado simple: «perteneciente o relativo a los virus». Sin Internet ni redes sociales, las noticias discurrían con más pausa y menos reiteración por los canales de comunicación tradicionales, que llevaban la información a receptores diferenciados y con poca relación entre sí. Es decir, los mensajes no eran reproducidos de forma constante por miles de altavoces distintos y, en consecuencia, no todo el mundo se enteraba de todo (o casi todo). Ni siquiera los periodistas.

En 1984 eran pocos los que sabían –o se tomaban en serio– el pavor que uno de los grandes deportistas de la época y de la historia de España tenía al número 13. Ni que decir tiene que nadie conocía que ese miedo es un trastorno diagnosticado y de nombre científico imposible: triscaidecafobia. Ni, por supuesto, había nacido la ingeniosa expresión «12+1», tan usada años después para regatear dicha obsesión. Nada de eso tuvieron en cuenta los titulares y textos que glosaron el último éxito de Ángel Nieto Roldán (Zamora, 25 de enero de 1947–Ibiza, 3 de agosto de 2017). El 5 de agosto de aquel año (1984), Nieto ganó el Gran Premio de Gran Bretaña de motociclismo en la categoría de 125 cc y se proclamó campeón del mundo.

«Un domingo que era el 1 con el 3 (13 de noviembre de 1977) tuve en Benidorm el peor accidente de mi carrera»

Ángel Nieto

12+1 veces campeón del mundo de motociclismo

Fue su último título mundial. El decimotercero. En consecuencia, dicho número fue reproducido reiteradamente en todos los medios de comunicación que publicaron la feliz noticia. Y eso alteraba sobremanera a Ángel Nieto, traumatizado desde mucho antes por un contratiempo ocurrido en una fecha muy concreta: el día 13 (cómo no) de noviembre de 1977. «Grave accidente de Ángel Nieto en Benidorm», tituló ABC: «El piloto español ha sufrido un accidente en el circuito urbano El Derramador, en el curso de la prueba de 750 c. c, al perder el control de su máquina Yamaha OW–31 cuando lideraba la carrera».

«Aquel 13 de noviembre perdió los frenos y atropelló a cinco personas en el suceso más grave de su carrera. A una de ellas, un operario de la carrera, el propio Nieto le fracturó una pierna al tirarse de la moto y golpearle con su cuerpo. El piloto se lanzó de la moto porque vio que perdía el control y arrasaría al público. La máquina arrolló a otras cuatro personas. Una de ellas perdió una pierna y otra estuvo muy grave. Fue el acontecimiento más desagradable de la exitosa vida del campeón. El zamorano de Vallecas donó los premios de aquella carrera a los afectados, pero eso nunca podría ser un consuelo de nada, siempre quedó grabado en su cabeza».

El piloto también salió muy mal parado –sufrió una fisura de esternón y fractura de cartílagos costales–, pero eso fue lo que menos le importó. Le quedó para siempre la angustia de haber herido a cinco personas, lo asoció al número 13 correspondiente a aquel aciago día, y nunca lo superó.

En 1977, Ángel Nieto ya había ganado ocho campeonatos del mundo (6 en la categoría de 50 cc y 2 en la de 125). El grave percance de Benidorm quedó grabado en su cabeza, pero se recuperó y se dedicó a lo que mejor sabía hacer. Siguió exhibiendo su dominio sobre el asfalto y logró cuatro títulos más (todos en 125 cc). Llevaba una docena. Y el 5 de agosto de 1984 sumó una nueva corona universal.

La hemeroteca confirma que casi nadie era entonces consciente de la fobia al 13 que anidaba en el interior del genial piloto. De ahí los eufóricos titulares y las alegres crónicas en donde se repiten con profusión los dos dígitos (en número o en letra) que tanto desagradaban al campeón español. ABC: «Ángel Nieto consiguió en Silverstone su medalla de oro de motociclismo. El español es ya trece veces campeón del mundo»; ‘Marca’: «Ángel I de España… ¡y 13 del mundo!»; ‘El Mundo Deportivo’: «Nieto: No hubo trece malo para nuestro supercampeón mundial»; ‘El Adelantado de Segovia’: «Angel Nieto, el rey de la moto, ganó su 13ª corona».

Ángel Nieto no tuvo ese día la exclusiva del protagonismo informativo en España. Tuvo que compartir portadas y sentimiento de orgullo patrio con Fernando Climent y Luis María Lasurtegui, quienes lograron la primera medalla española en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles: plata en la prueba de remo sin timonel. Simple casualidad del calendario deportivo… ¿o un pellizco supersticioso del destino asociado al «aciago» título número 13?.

Con todo, la carrera y el triunfo de Nieto en Silverstone fueron y serán inolvidables: «Antes de la salida, tan sólo su compañero de escudería, el italiano Eugenio Lazzarini, podía, matemáticamente al menos, arrebatar el título al zamorano. Decimos matemáticamente porque en la práctica era imposible que el número dos de Garelli hiciera sombra a Nieto. Lazzarini, que había comenzado la temporada con unas declaraciones afirmando que este año humillaría a Ángel, se ha tenido que tragar sus palabras. El español ha ganado todas las carreras del Campeonato y no ha dejado a su enemigo disfrutar ni de la mínima victoria. Lazzarini y Maurizio Vitali habían marcado los mejores tiempos en los entrenamientos, en tanto que Nieto, séptimo, sólo se preocupó de asegurarse una plaza en la primera línea de la parrilla de salida. En contra de su costumbre habitual, el español tomó bien la salida y, tras las dos primeras vueltas de marcha en grupo, se decantó un conjunto de cuatro pilotos».

«Nieto se mantenía a la expectativa, estudiando los trazados de sus enemigos, para, según su costumbre, atacar al final y vencer. Pero no le hizo falta. Primero, Lazzarini.se quitó de en medio por problemas mecánicos y, a continuación, Aunger, que rodaba muy fuerte, se salió de la carretera al final de recta. Era la mitad de carrera y Nieto ya tenía el título en sus manos. Á partir de entonces dio instrucciones a su pupilo Grezini para que le siguiese, pero como el joven italiano no podía aguantar el ritmo del español, a pesar del rebufo, decidió irse solo hacia la meta, que atravesó con más de seis segundos de ventaja. Con esta victoria Ángel Nieto se proclama por decimotercera vez campeón del mundo de motociclismo».

«Nacido en Zamora, hace treinta y siete años, y vecino del madrileño barrio de Vallecas desde muy pequeño, Ángel tiene en su haber seis títulos mundiales en 50 cc. y siete en 125 cc. Todo empezó en 1969, con Derbi, y repitió con esta misma marca en el 70. En 1972 y 1975 ganó con Kreidler, y en 1976 y 77, con Bultaco. En 125 ha conseguido títulos mundiales en los años 1971, 73, 74, 79, 82, 83 y 84, estos tres últimos con las Garelli».

Evidentemente, había que celebrarlo. Y pocos lugares mejores para hacerlo que el refugio predilecto de Nieto, Ibiza, y en pleno agosto: «Ángel Nieto, con su nuevo título de campeón mundial – y ya son trece– bajo el brazo, acaba de llegar a Ibiza. Ricardo Urgel, el dueño dé Pacha, es amigo suyo y le ha preparado una cena de bienvenida en el restaurante de esta discoteca, que han adornado con una enorme bandera española de diez metros. Cuando llega Ángel, todo el mundo le abraza y le felicita. Se sienta en una mesa con Ricardo Urgel y su mujer, María, y con Tomaso y Christian, otra pareja de amigos».

«Esta es la primera entrevista que concede tras su reciente triunfo. Dice ‘llevo doce años yendo a Ibiza, porque es la isla más bonita que conozco’… Ángel comenzó a los dieciséis años a correr en moto. Con sus treinta y siete está a punto de igualar a Giacomo Agostini. Giacomo es gran amigo de Ángel y ha estado con él hace poco en Ibiza. Es quince veces campeón del mundo. Le pregunto a Ángel si va a superar esta marca y contesta que sería bonito. Entre los telegramas de felicitación que Ángel siempre recibe está el del Rey. De su relación con Don Juan Carlos dice: ‘El Rey me tiene una gran estima, y yo a él un gran respeto. Es una excelente persona. Cuando me entrega el trofeo, lo hace con alegría, y es el primer Rey del mundo que va a ver un Gran Premio de motociclismo. Ya ha ido a ver dos en Madrid’…»

«Campeón mundial antes de que se acabe la temporada, cuando faltan por celebrarse los grandes premios de Suecia e Italia. Ángel no correrá en Suecia, pero sí acudirá al Gran Premio de Italia: ‘la casa de mi moto es italiana’... Le han traído una hermosa tortilla de patata para cenar. Está encantado. ‘Fíjate cómo me cuidan. Venir de Inglaterra y comer tortilla de patatas, que me gusta mucho. Cuando estoy fuera, me la hago muchas veces en mi camión y sale muy bien’. Todos brindamos con champaña por las victorias del campeón».

El piloto zamorano afincado en Vallecas ganó seis títulos mundiales en la categoría de 50 cc. y siete en 125 cc.

Tiempo después, el propio Nieto, un tipo siempre afable y con gran sentido del humor, recordó varias veces lo que sucedió minutos antes del comienzo de aquel decisivo GP de Gran Bretaña de 1984: «Siempre, antes de cada carrera, justo cuando se iba a dar la salida, tenía la costumbre, por suerte o por lo que fuera, de dar un toque en el manillar, de darle un golpe con la mano. Normalmente no pasaba nada, pero ese día que me jugaba el título el manillar se rompió. Mi mecánico me dijo que no podía hacer nada, que no había tiempo, que era imposible cambiar el manillar. Entonces, desmonté el depósito de la moto y cuando el mecánico vino para montarlo le cogí la caja de herramientas y la tiré al suelo. Se abrió y se desparramó todo lo que llevaba dentro. Imagínate, todo tirado por el asfalto: llaves, tornillos y de todo. Además, Carlos Cardús y otros pilotos empezaron a armar jaleo después de que yo les había pedido que lo hicieran... Con tanto lío se retrasó la salida y dio tiempo a cambiar mi manillar. Como no estaba bien ajustado del todo, al principio no iba bien alineado. Pero gané el título».

Con superstición o sin ella, el 12+1 fue su último título. El zamorano quiso dar el salto a las categorías superiores del motociclismo, pero ninguno de sus intentos llegó a cuajar de forma exitosa. «En 1985, Garelli cede sus motos de 125cc ganadoras a la federación Italiana y Nieto y Vitali se quedan como pilotos oficiales con la Garelli 250cc, que por fin ya está lista –rememora un reportaje de la web especializada motosan.es–. Tercer intento de Garelli en la categoría. La moto no va bien de chasis e incluso Nieto propone a Garelli montar chasis Kobas, pero Jan Thiel (ingeniero) se niega de forma muy testaruda y sigue tratando de poner a punto el chasis monocasco de la Garelli. No lo consiguió».

«Todos nos quedamos con las ganas de ver la Garelli 250 con ese buen motor y un chasis que Antonio Cobas se comprometió a tener listo en un mes. Pero la negativa de Jan Thiel acabó con cualquier esperanza. Vitali consiguió mejores resultados que Nieto, que tuvo problemas de salud en varias carreras. La temporada acaba mal, con la Garelli parada durante varias carreras para tratar de solucionar los problemas. Pero Nieto ya no se volvió a subir a una 250cc en el mundial. Sus últimas carreras fueron con las Derbi de 80 y 125cc tratando de ayudar a Aspar. Y en 1986 se retiraba».