Romano Fenati, contra su pasado

Todo el paddock mostró abiertamente su repulsa por la temeraria maniobra. La organización del campeonato decidió sancionarle con dos carreras de suspensión, pero su escudería, el Marinelli Snipers Team de Moto2 , fue más allá y decidió excluirle el resto de la temporada. Sus horas a lomos de una moto apuntaban al fin.

«No sé si mi carrera se acabó, hoy podría decir una cosa y mañana podría tener otra opinión. Ahora solo quiero esperar que pase un poco de tiempo. Podría ser yo quien ya no tiene ganas de volver a competir», aseguró en su momento Fenati. El corredor nacido en Ascoli llegó incluso a decir que trabajaría en la ferretería de su abuelo para mantenerse apartado del ruido que él mismo había generado.

Cuando el apellido Fenati parecía totalmente desterrado, se produjo una llamada de lo más inesperada. El mismo equipo que le había echado del torneo en 2018 decidió contar con él para el próximo curso, esta vez en la categoría de Moto3 .

Bajar a una clase inferior sería para muchos dar un paso atrás, pero para el italiano sería la mejor forma de redimirse tras varios meses de penitencia en los que se apartó de su mayor pasión. Además, su adaptación ha sido mejor de lo que se esperaba. A lo largo de los test de pretemporada, Fenati ha sido un habitual de la parte alta de los cronometrados y algunas de las personalidades del paddock le colocan como un claro aspirante al título.

Fenati tiene una oportunidad única para demostrar que su controvertido historial no eclipsa el talento que atesora a los mandos de su Honda. En Qatar , se verá si el motociclismo le ha perdonado.