Desde media tarde infinidad de aficionados del Athletic se fueron acercando al estadio para formar en sus inmediaciones a la espera de la llegada del autobús de los leones.
Sin embargo, el recimiento festivo terminó, tras entrar el equipo al estadio, en una batalla campal que obligó a la Ertzaintza a refugiarse en San Mamés.
Decenas de radicales locales comenzaron a lanzar bengalas y a correr hacia los agentes, lo que hizo que tuvieran que meterse en las instalaciones del club para protegerse de la amenaza.
Todo comenzó cuando un grupo de ultras tiró una de las vallas que conformaban el perímetro de seguridad, momento en el que empezaron a lanzar todo tipo de objetos.
La Erztaintza tuvo que retroceder y refugiarse en el estadio ante el avance dle numeroso grupo hasta que llegaron más dotaciones, varias furgonetas y tres vehículos de la Brigada Movil, según El Correo, que han cargado contra los radicales.
Posteriormente, el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, denunció la agresión sufrida por parte de varios seguidores del equipo madrileño que se encontraban en un bar cercano al estadio por parte de ultras locales.
«Hay varios heridos, algunos de gravedad», afirmó el mandatario, aunque por el momento no hay parte oficial de las lesiones sufridas.
Athletic y Atlético de Madrid se juegan el segundo billete a la final de la Copa del Rey donde ya espera el Mallorca.
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