Rubiales amarga la gesta
Hoy toca hablar de Jenni Hermoso, pero no como la mujer a la que ayer besaron de sopetón, sin quererlo y sin pedirlo
Luis Rubiales pide perdón por el beso a Jenni Hermoso: «Seguramente me he equivocado»
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Iniciar sesiónCon una medalla al cuello, y una estrella en el pecho, hoy solo deberíamos estar hablando de una cosa: de una selección que ha hecho historia tras un año lleno de turbulencias. Pero, a veces, una fracción de segundo lo cambia todo.
Rubiales agarró a Jenni Hermoso y la besó en la boca ... . Y ese es el titular, el del bochorno. En vez de la gesta, medio planeta habla -hablamos- hoy de cómo el presidente de la Real Federación Española de Fútbol vuelve a eclipsarlo todo. Por aquello del fervor y la confianza, ha repetido y justificado hasta la saciedad (y hasta hoy) una acción que, en cualquier otro contexto, sería inimaginable.
¿Se imaginan al presidente, o presidenta, de cualquier entidad besando a un jugador -en masculino, por supuesto- en el que es, quizá, el momento más importante de su carrera?
¿Se imaginan al presidente, o presidenta, de cualquier entidad besando a un jugador -en masculino, por supuesto- en el que es, quizá, el momento más importante de su carrera? Pues eso. «No me ha gustado, eh, mírame, ¿y qué hago?», expresó Hermoso, siempre libre de cualquier corsé en sus redes sociales, tras ver el vídeo en plena celebración.
Rubiales y el caballo de Espartero
Karina Sainz BorgoEl beso ha corrido como la pólvora y de las redes sociales saltó a la prensa, hasta llegar a la esfera política. Y Rubiales insistía, hasta que, quién sabe, la presión o la reflexión, le hizo dar un paso atrás. «Seguramente me he equivocado». Y un beso, no es solo un beso. Y este, de inocente tiene poco. Esconde, una vez más, esa mirada paternalista de que las jugadoras no han dejado de ser niñas. Esa desagradable sensación de que con las campeonas no hay pudor; de que, incluso, con la Reina y su hija a su lado, todo vale. De que las mujeres, quiénes si no, estamos para lo que otros, ellos, quieren.
Y volvemos al inicio. Hoy toca hablar de Jenni Hermoso, pero no como la mujer a la que ayer besaron de sopetón, sin quererlo y sin pedirlo.
Hoy hay que hablar de una jugadora que se ha ganado, a base de sudor y trabajo, un hueco en la historia del deporte de este país
Hoy de lo que hay que hablar es de esa chica de Carabanchel que ha tocado el cielo con las manos cuando muchos lo daban por imposible. De una mujer que ha dejado no una, sino tres veces, su país para poder cumplir o ver crecer su sueño: jugar al fútbol. Primero Suecia, después París; y, en 2022, cuando la daban por acabada, México, en lo que muchos dijeron que era final de su carrera. De una campeona, en mayúsculas, que hoy ya es un referente. De una jugadora que se ha ganado, a base de sudor y trabajo, un hueco en la historia del deporte de este país. Esa que hace no tanto se coronó como campeona de Europa y que ayer durmió con un Mundial entre sus sábanas.
No hay que olvidar, ni dejar que nada opaque, que esta selección ha hecho historia. Así lo ha pedido su madre, así lo merece ella.
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