Un curso con solo tres caras nuevas en los banquillos españoles

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José Miguélez

En las últimas temporadas, sin embargo, el gran movimiento de entrenadores en los banquillos de los equipos españoles no ha producido antes del inicio del curso, sí durante su desarrollo. Valga como ejemplo la pasada campaña, en la que cinco equipos cambiaron de técnico en verano, dos menos que a lo largo de la Liga. Números mucho más llamativos en la temporada 2023-24, en la que dos clubes estrenaron preparador, mientras que catorce buscaron un revulsivo a lo largo del campeonato con un nuevo técnico.

Xabi Alonso debutará en la Liga como entrenador en una plaza complicada como es el Real Madrid y con la presión de tener que devolver al equipo del Bernabéu a los títulos tras un año de sequía. Después de ocupar el banquillo del filial de la Real Sociedad y de acaparar las miradas del mundo del fútbol durante su paso por el Bayer Leverkusen, el tolosarra fue el elegido como relevo Ancelotti. Una nueva etapa que tuvo un atípico comienzo en el Mundial de Clubes, en el que los primeros ilusionaron a los fieles merengues, aunque sufrieron un golpe de realidad al ver vapuleado a su equipo por el PSG en las semifinales. A partir de la primera jornada liguera llegará la verdadera prueba de fuego para el guipuzcoano.

Misma provincia de origen que Xabi Alonso tiene Sergio Francisco, en su caso nacido en Irún, el nuevo entrenador de la Real Sociedad y un novato en la élite. Después de una breve carrera como futbolista, en la que llegó a debutar con el primer equipo donostiarra, colgó las botas para formarse como técnico en el Easo, el segundo juvenil blanquiazul, una experiencia a la que le siguieron la Real Sociedad C y el Sanse, el filial realista en el que entrenó las últimas tres temporadas. Trayectoria íntegra por las categorías inferiores de Zubieta antes de dar el salto a Anoeta con la complicada misión de hacer olvidar a Imanol Alguacil.

Otra incógnita es el argentino Matías Almeyda, que vive su primera experiencia en la élite del fútbol europeo en ese polvorín permanente en el que vive instalado el Sevilla en los últimos años. El ex jugador hispalense en la campaña 1996-97 y subcampeón olímpico en Atlanta debutó como técnico en River Plate después de su histórico descenso a la 'B'. Tras ascender con los millonarios, repitió con Banfield, antes de seguir su carrera en México (Guadalajara), EE.UU. (San José Earthquakes) y Grecia (AEK).

La última novedad en los bancos de la Liga es Alessio Lisci, que regresa a la máxima categoría de la mano de Osasuna. Formado en las categorías inferiores del Levante, el italiano asumió, primero como interino y luego como primer entrenador, la complicada misión de salvar al primer equipo granota, que había sumado solo siete puntos en 15 jornadas. Los números del conjunto valenciano mejoraron, pero no valieron para mantener la categoría, lo que llevó a Lisci al Mirandés. A la permanencia conseguida en la última jornada en su primera campaña le siguió el mejor año en la historia del club burgalés, en el que se quedó a las puertas del ascenso en la final del playoff. Con un breve pero exitoso bagaje, Lisci ha sido la apuesta del club navarro para suceder a Vicente Moreno.

En las otras grandes ligas europeas, el movimiento en los banquillos ha resultado menor en la Premier League inglesa y la Ligue 1 francesa (dos en cada caso), mientras que en la Bundesliga alemana se han registrado seis sustituciones. La Serie A italiana es un universo aparte porque más de la mitad de los entrenadores, doce de veinte, debutarán en sus respectivos equipos.