Caos y graves incidentes en París durante la celebración de la clasificación del PSG para la final de la Champions

«L'Equipe» (referencia deportiva nacional) marca la pauta a toda página: «El PSG ha demostrado su grandeza, a sí mismo y al resto del mundo». Con una nota grande y entusiasta para Luis Enrique: «Ha sacado al equipo del fondo del hoyo, cuando estaba próximo a la caída para rescatarlo con mucha fuerza».

«Le Figaro» (matutino conservador) sigue en esa línea: «Un PSG inmenso en el trabajo colectivo». «Al fin un gran equipo para París». «Luis Enrique ha hecho un trabajo de muy gran arte».

«Le Monde (vespertino de izquierda independiente) quizá sea menos »heroico«, pero es igualmente entusiasta: »El PSG ha demostrado porqué han conquistado tantos admiradores los últimos meses«.

«Le Parisien» (matutino popular) se permite insistir en la gravedad de los incidentes que se sucedieron en los Campos Elíseos, durante una celebración muy intempestiva.

Siguiendo la tradición local, millares de simpatizantes se dirigieron a los Campos en coche, en metro, en autobús, a pie, provocando atascos importantes, no siempre saludados con simpatía.

Poco antes de la media noche, un coche embistió contra la multitud, hiriendo con cierta gravedad a través jóvenes, rápidamente evacuados por los bomberos. Ante la brutalidad de los conductores del coche, varias decenas de simpatizantes del PSG corrieron detrás del vehículo y consiguieron pararlo, provocando una oscura batalla. Cuando la policía terminó llegando al lugar de los enfrentamientos, solo encontraron un vehículo vacío, muy degradado, a pedradas. Los usuarios habían huido y no había aparecido a última hora de la mañana del jueves, día de fiesta nacional, celebración de la Victoria y fin de la Segunda Guerra Mundial.

En otros sectores de los Campos Elíseos se produjeron incidentes relativamente «tradicionales»: vehículos y escaparates destrozados a pedradas, algunos robos, pequeños incendios rápidamente sofocados. Cerca del Arco del Triunfo que celebra las victorias militares de Napoleón, varias decenas de simpatizantes del PSG celebraron la victoria con muchos petardos y una cantidad considerable de morteros de fuegos artificiales. Actividad que no siempre tranquiliza a los traspuntes que no participan en el jolgorio.