La prensa inglesa atiza a Guardiola por su empeño en usar el lazo amarillo

Hoy es el diario ' The Guardian ' el que dedica un editorial al técnico del Manchester City firmado por Richard Williams . En el mismo, el articulista rememora la historia del saludo nazi que la selección inglesa se vio obligada a realizar en 1938 en un partido contra Alemania, ante Hitler y en Berlín, por orden de la FA y el embajador en la capital del entonces 'Tercer Reich'. «Un saludo que hoy en día es difícil mirar sin hacer una mueca» y que al final del texto acaba poniendo en la balanza con la decisión de Guardiola de ser embajador de Qatar para lograr organizar el Mundial.

«Al considerar el caso de Pep Guardiola y el lazo amarillo los líderes de la FA podrían mirar hacia atrás, a sus propios predecesores, y en particular a los eventos de 1938, cuando ordenaron al equipo de fútbol de Inglaterra realizar el saludo nazi en el estadio olímpico de Berlín», arranca el texto, que recuerda cómo se produjo aquella infame e icónica imagen de los ingleses utilizando aquella forma de saludar mientras sonaba el himno de la Alemania nazi.

«Pero la decisión de la FA hace 80 años se hizo por razones de conveniencia política, al menos el gesto de protesta de Guardiola es el resultado de una convicción personal », compara. «Tal es el camino del fútbol que probablemente haya una célula del movimiento independentista catalán en el este de Manchester en este momento. Cualquier cosa que Guardiola apoye, los hinchas del City también la deben apoyar -o al menos deben rechazar cualquier argumento en contra de su insistencia en defender un gesto que ya le ha llevado a entrar en conflicto con los regidores del fútbol».

«Nadie podría jugar tantos partidos y ganar tantos trofeos en el centro del campo del Barcelona y España sin desarrollar una resistencia a retroceder », prosigue el ariculista sobre el impacto del técnico en Inglaterra. «Guardiola ciertamente tiene derecho a su punto de vista y a la libertad de expresión, y tiene razón cuando le dice a sus críticos ingleses que solo han pasado tres años y medio desde que Gran Bretaña otorgó a los escoceses el derecho a determinar su destino en un referéndum. Pero eso no hace necesariamente correcto usar su lazo en Wembley , al igual que el lamentable historial de toma de decisiones de la FA no las hace necesariamente incorrectas», prosigue.

«La única forma de resolver la disputa es que ambas partes compartan una conversación en la que cada uno esté dispuesto a escuchar respetuosamente el punto de vista del otro. Sabemos que Guardiola se defenderá con convicción. La pregunta es si la FA, históricamente tan carente de buen juicio y capacidad de tomar medidas decisivas, posee una voz capaz de exponer los contraargumentos. ¿ Quién puede decirle al orgulloso catalán, con la sabiduría y la sutileza con que podría responder, que hay un momento y un lugar para todo , y que el área técnica podría no ser el lugar adecuado para una muestra de lealtad que no tiene nada que ver con la ocasión?».

«Lo más importante es que alguien debería poder hacerle ver que las muestras de afiliación política están prohibidas por la muy buena razón de que una vez que se permite un caso, las puertas están abiertas para todos . Esa fue la razón por la que la camiseta de apoyo de Fowler a 500 estibadores despedidos en Liverpool y el gesto relacionado con el antisemitismo de Anelka fueron castigados en 1997 y 2014. El primero por una multa de la UEFA y el segundo con una prohibición de cinco partidos por parte de la FA».

«Alguien podría también señalarle a Guardiola que hace 10 años estaba actuando como embajador a sueldo del Mundial de Qatar . ¿Cómo se siente al respecto ahora, tras las revelaciones sobre el uso por parte del estado del Golfo de sus controvertidas leyes laborales para restringir los derechos de los trabajadores inmigrantes que construyen sus nuevos estadios, y la aparente indiferencia hacia docenas de muertes en el proyecto? En el ojo de la historia, su disposición hacia los cataríes podría parecer apenas más defendible que la capitulación de la FA en Berlín », concluye.