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El Diego no vivió 60 sino 200 años

«Era increíble el magnetismo de Diego ante cualquier clase social, donde él entraba los sitios explotaban de concurrencia»

OSVALDO SPATARO

Conocí a Diego en su segunda etapa en Boca Juniors, en el año 94. Yo estaba entonces en la Comisión Directiva del Club como tesorero. Era increíble el magnetismo de Diego ante cualquier clase social, donde él entraba los sitios explotaban de concurrencia.

Recuerdo una ... cena en un restaurante de Buenos Aires, se llamaba Ski Ranch, de luces bajas, muy íntimo. Cenábamos Diego, su amigo Guillermo Coppola, el presidente de Boca de entonces, Antonio Alegre y yo. Fue en ese momento donde comprendí lo que generaba Diego. Cuando la gente se enteró de que él estaba ahí venían a cada minuto a pedirle una foto o un autógrafo. Así se acercó un desfiladero de gente, una tras otra durante una hora hasta que Diego dijo: «Basta».

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