Kylian Mbappé, el futbolista que apunta a la luna

Tras aquellos primeros pasos, Kylian recaló en la escuela de talentos de Clairefontaine , la academia de la Federación Francesa de fútbol que reune a sus mayores promesas de entre 13 y 15 años. Allí estuvo un año, antes de pasar a la cantera del Mónaco, a pesar de la insistencia de Zidane , entonces asesor de Florentino, para llevárselo al Madrid: «Yo era un niño y tuve la suerte de hablar y sincerarme con el mejor francés de la historia. Fue un momento genial, pero no quería marcharme tan pronto. No habría funcionado. Por eso elegí el Mónaco», confesó Mbappé hace unos meses, cuando le recordaron su paso por Valdebebas en diciembre de 2012 para fichar por el club blanco.

No lo hizo, pero sentó poso en la entidad de Concha Espina y se llevó de recuerdo una foto con su gran ídolo, Cristiano Ronaldo , cuyos pósters aún empapelan las paredes de su habitación de la casa familiar de Bondy: «Se tiraba horas viendo vídeos de él por internet», confiesa su padre, agasajado desde hace meses por Jorge Mendes, aunque Wilfried no se deja arrastrar por sus poderosos tentáculos y sigue gestionando los asuntos de su hijo con la ayuda de Verheyden&Cognard, un prestigioso bufete de abogados de París especializado en deportistas de élite.

La pasada temporada, con 16 años y 11 meses, Mbappé debutó en la Ligue 1. A los 17 y 62 días, anotó su primer gol oficial. El verano pasado ganó el Europeo sub19 con Francia y el sábado debutó con la absoluta, bendecido por Antonie Griezmann : «Nos jubilará a todos», aseguró de él el delantero del Atlético. Con el Mónaco suma este curso 19 goles en 32 partidos, dos de ellos en la eliminatoria de Champions ante el City, lo que le ha puesto en la pole position del mercado de fichajes: «Es mejor apuntar a la luna porque de esa manera, si fallas, llegarás a las nubes», sentencia Kylian Mbappé, el futbolista más codiciado de Europa.